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REAL MADRID - LIVERPOOL

“El Liverpool sabe lo que hace bien: lo mejor es salir al ataque”

La prensa inglesa destaca la baza ‘red’ para la final del 26 de mayo. Los viajes desde Inglaterra ya sobrepasan los 1.600 euros.

Los jugadores del Liverpool celebraron con sus aficionados el pase a la final del 26 de mayo. En Kiev se enfrentará al Madrid en busca de su sexto título continental.
Los jugadores del Liverpool celebraron con sus aficionados el pase a la final del 26 de mayo. En Kiev se enfrentará al Madrid en busca de su sexto título continental.AFP

EI aficionado del Liverpool soñaba con algo así. Llegar a la final de la Champions con un equipo ofensivo, con un entrenador que no desentonaría en la famosa grada del Kop, en una temporada en la que casi nadie esperaba las goleadas, el miedo que destilan los tres de arriba y la confirmación de un delantero al que se le compara a Messi. “Nadie ha visto nada igual en la Liga de Campeones”, escribe Barney Ronay en el Guardian. Ni los veinte goles en las dos semifinales, ni “la vuelta de ambos encuentros, descontrolados e histéricos, donde parece que lo de defender y dejar la portería a cero pasa a mejor vida”. Sólo hay una cosa que perdura. Los errores arbitrales hicieron recordar a muchos que no sólo sirve con jugar bien, o tener suerte, o contar con un goleador, o tener a un portero enrachado. Cuando los encuentros son montañas rusas con finales abiertos, las decisiones arbitrales adquieren un valor añadido porque cambian dinámicas. Como siempre, vamos. Dzeko no estaba en fuera de juego cuando el portero le hizo penalti y Alexander-Arnold defendió con las manos en su área. “El Liverpool tuvo suerte con las decisiones arbitrales”, admite Henry Winter en el Times.

Tras el partido del Madrid se repitió en los foros de aficionados, pero también en mesas sesudas de analistas, que el Liverpool, si llegaba a la final, no tenía nada que temer ante un Madrid que deja a menudo su destino en manos de la fortuna. Tras el partido en Roma, se cambió de discurso: la delantera red es temible, pero atrás sufren. “Nadie ha sido capaz de parar el momento y las carreras de Mané, Firmino o Salah. A finales de mes le tocará el turno a Sergio Ramos. Que tenga suerte”, dice el Sun. “Los de Klopp la jugaron”, dice Martin Samuel en el Daily Mail. “Podrían haber llegado al último cuarto de hora con opciones de caer apeados. Pero al mismo tiempo jugarán contra el Madrid en Kiev porque acertaron. Saben lo que hacen bien: en este equipo, lo mejor es salir al ataque”. El Liverpool, se lee en el Independent, es un conjunto “de defectos desconcertantes y de fortalezas hipnotizantes”.

Quizá eso fue lo que dejó a la afición del Liverpool un poco helada. La final de 2005, por inesperada, fue celebrada como el nacimiento de un Mesías. El mañana desapareció para muchos que pasaron varios días de fiesta. La noche del miércoles, el festejo fue mucho más comedido. En parte porque a nadie se le escapa que el partido en Kiev será una moneda al aire, pero también por las conocidas dificultades para llegar a la capital ucraniana y el coste del transporte y de los hoteles.

Sede. Kiev fue la última sede escogida a dedo por el régimen de Platini. El estadio reducirá su aforo a 63.000 (cada equipo cuenta con 16.626 entradas), así que, si se añaden 6.700 para aficionados del resto del mundo, el 37% restante queda en manos de la UEFA y sus sponsors. Los vuelos desde Inglaterra sobrepasan los 1.600 euros, a no ser que quieran coger varias combinaciones que podrían superar las 35 horas de viaje. Y ya no hay hoteles por menos de 1.800 euros. La afición red ha pedido a la UEFA que intervenga para intentar abaratar los costes del viaje. Nadie espera que las cosas cambien antes del 26 de mayo.

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