La Bestia Negra es Asensio
Volvió a fulminar al Bayern en Múnich, como el año pasado. "Su definición en el 1-2 es de crack", dice Lucas Vázquez. Y el balear ya suma 11 goles, su mejor año como madridista...
En Múnich llevan años vanagloriándose de ser La Bestia Negra del Madrid en Europa. Hasta venden bufandas con la frase en castellano en los puestecillos del Allianz. Y, sin embargo, el Bayern se ha encontrado de nuevo una bestia vestida precisamente de negro por una superstición de Zidane, con la que no contaban en la eliminatoria del año pasado y que volvió a sorprenderles ayer: Marco Asensio.
El balear parece moverse en el Allianz Arena, donde debutó como madridista en la Audi Cup de 2015, como si fuera el patio de su casa de Calviá. En la ida de cuartos de la 2016-17, con 1-1, entró en el 60’ y le revolvió los papeles de la mesa al Bayern. Cristiano se aprovechó del desconcierto y un centro medido de Asensio fue lo único que necesitó el siete para el hacer el segundo gol blanco. Aquella vez Asensio fue el revulsivo en la guarida muniquesa. Ayer, también fue el ejecutor.
El 1-2 fue un despliegue de su catálogo de virtudes. Escaneó la excursión de Rafinha que descolocó toda la zaga del Bayern, conectó vertiginosamente en dos pases con Lucas Vázquez y cuando recibió la pelota para encarar a Ulreich, con sangre fría dio tres pasos extra hacia la izquierda para acomodar mejor su zurda. “Lo he visto claro, ponerla al otro palo”, explicó luego el propio Asensio en beIN. “Define perfecto, como un crack”, decía Lucas, su socio en la jugada. Y desde el vestuario llegó una cascada de elogios. De Keylor (“Es un grande”) al propio Zidane, que recurrió al mallorquín antes que a Benzema. “Marco fue la diferencia”, reconoció el francés, “siempre va hacia la portería rival, es muy vertical y tiene pegada”.
No para de crecer...
Tanta pegada tiene que ya es el año más goleador de Asensio como madridista. Con el de ayer supera los 10 goles del curso pasado y le quedan aún seis partidos, siete si el Madrid llega a Kiev. Para eso tendrá que rematar su obra en la vuelta con el Bayern, que tampoco se libra de Asensio en el Bernabéu. Suyo fue el 4-2 del año pasado tras descarrilar a Hummels. “¿Los elogios? Significa que hago bien mi trabajo”, asumía ayer el 20 blanco. En Múnich bien lo saben.
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