REAL ZARAGOZA

La comunión perfecta

El ambiente vivido el sábado pasado fuera y dentro de La Romareda fue clave en el triunfo en el derbi de un Real Zaragoza que ya aspira a todo.

ALFONSO REYES

Recibimiento de héroes. Es lunes y seguro que a más de un zaragocista le dura la sonrisa por lo vivido el sábado en el derbi. Por la victoria y por el ambiente. Y por esto último debería empezar cualquier análisis del encuentro. La afición, que una vez más demostró que es de Primera, acudió a la cita casi dos horas antes del partido para recibir a su equipo como héroes. Y entre cánticos, algún que otro petardo y un bufandeo propio de tiempos mejores, metió el primer gol para recuperarlos. Si algo bueno tienen las redes sociales en el fútbol, y en el deporte en general, es que los jugadores pueden interactuar con sus aficionados —Balón de Oro en este apartado para Borja Iglesias— y mostrar con documentos gráficos o audiovisuales su perspectiva de lo ocurrido. Los vídeos subidos desde dentro del autobús por Papu y Oyarzun demuestran el impacto que tuvo tal recibimiento entre los futbolistas. Y los vídeos publicados por aficionados y el club ponen los pelos de punta.

Himno a capela. Y aún quedaba lo mejor, el himno cantado a capela por toda La Romareda, prácticamente llena —al menos, visualmente—. Como en las grandes ocasiones. Con un tifo en el Fondo Norte. Con un mosaico de bufandas en el resto del estadio. Y con cada uno de los zaragocistas presentes en el campo dejándose los pulmones. Un himno a todo volumen que seguro que los futbolista oían perfectamente desde el túnel de vestuarios. Los del Real Zaragoza y los del Huesca. Segundo gol de la afición que a continuación marcó el tercero cantando la alineación de su equipo.

El partido perfecto. Pero los goles de la afición no suben al electrónico y era el turno de los jugadores. También cumplieron y completaron un partido perfecto. Desde el planteamiento inicial de Natxo González, con una línea de presión muy adelantada que ahogó al Huesca en la salida de balón, hasta los cambios, que aportaron lo que el equipo necesitaba en esos momentos. Desde una defensa que estuvo inconmensurable a un Borja Iglesias que dio un nuevo recital en ataque, pasando por un centro del campo que brilló con luz propia. Controlando el encuentro de principio a fin. Con y sin balón. "Me voy con una sensación de madurez y equipo consistente y éste es el camino para tener alguna opción", sentenció el técnico tras el encuentro. Incluso la climatología respetó hasta que empezó a diluviar a diez minutos de la conclusión. Quizás para dotar al triunfo de una mayor épica. Y como se dice que la verdadera perfección es imperfecta, el único pero del Zaragoza fue no superar al Huesca en el goal-average. Ocasiones tuvo para ello.

Aspirante a todo. ¿Y ahora qué? Únicamente Vallecas, pero con la sensación de que el Zaragoza aspira a todo, incluido el ascenso directo. Por dinámica —ocho victorias en los últimos nueve partidos—, juego y afición. Ya es habitual la foto de celebración de los jugadores en el vestuario y que estos tengan que volver a salir al campo para compartir los triunfos con la afición. A domicilio y ahora ya también en La Romareda. Una comunión perfecta para soñar y que los sueños se hagan realidad.

Los jugadores del Real Zaragoza agradecen el apoyo de la afición al finalizar el derbi.ALFONSO REYES

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