Si Álvaro García está bien, el Cádiz sonríe

La picaresca del extremo utrerano fue esencial para que el Cádiz sacara la victoria del Reino de León ante la Cultural. Cuando Álvaro García está a buen nivel, el equipo cadista obtiene recompensa.

No están siendo tiempos del todo bueno para el juego del Cádiz. Sí lo es para la ilusión y la ambición después de haber conseguido los más que famosos 50 puntos, pero la escasez de goles daba la impresión de ser la enfermedad de una mala imagen que sacó al equipo gaditano de la segunda posición, teniendo que reinventarse Álvaro Cervera para volver a encontrarse con la victoria y no perder el tren de los puestos de privilegio.El bloque cadista da la impresión de haberse consolidado de nuevo defensivamente, aunque las ocasiones continúan apareciendo y ayer ante la Cultural fue Alberto Cifuentes quien se erigió como uno de los mejores jugadores amarillos para hacer valer el tanto de Álvaro García. La velocidad del utrerano y los paradones de su portero permitieron al Cádiz sumar su segunda victoria consecutiva.

Y es que en la ‘Tacita’ saben que, cuando “Zipi y Zape” sonríen, como cariñosamente se le conoce ya a Álvaro García y Salvi, algo bueno está por venir. La Cultural fue la nueva víctima de la rapidez del once cadista, que aprovechó el pase fallido de Zuiverloon a Palatsí para aparecer como una bala, robar el balón, dejar atrás al guardameta local y enviar el balón al fondo de la red. Una jugada en la que el sevillano es letal y valió tres puntos vitales.

Está siendo Álvaro una pieza fundamental a lo largo de la temporada, ya que es el máximo goleador del equipo con ocho goles. Él solo acumula dos tantos menos que los conseguidos por los cuatro delanteros centros. Y es que, además, es el jugador que más disparos realiza, con un total de 45 remates. Once más que Salvi, que es el segundo rematador del equipo gaditano.

No hay que desprestigiar la labor -sobre todo defensiva- que está ejerciendo el resto de la escuadra de Cervera, al que hay que sumarle el mérito que supone ocupar el lugar que ocupa en la clasificación, la tercera posición, sin la presencia de un delantero centro que marque las diferencias como lo hacía Alfredo Ortuño la pasada temporada. Pero, mientras los rápidos de las bandas estén entonados, el Cádiz esboza una sonrisa.