Más que turismo en Moscú
Eso quiere Simeone hoy (17:00 hora española, beIN Sports) ante el Lokomotiv tras la ida 3-0. Los rusos tienen un espejo: el Barça hace un año ante el PSG.
Más de 4.100 kilómetros separan Moscú de Madrid. En fútbol esa también es la distancia entre un equipo, el de Rusia, y el otro, el que viaja, el Atleti. Un marcador de 0-3 dejó la ida. Podría decirse: un billete para volar a Moscú de turismo, el partido, salvo sorpresa, mayúscula, es trámite. Cholo, sin embargo, no se fía. Y ayer insistió en eso. Este partido no es sólo turismo. Es su manera de hacer que sus jugadores no desconecten.
Y no será sólo turismo porque puede ser prueba en la portería. Oblak, parece, se reservará para LaLiga y Costa y Gameiro se quedaron en Madrid, tocados. Werner podría volver a jugar. Y el Lokomotiv probar a dispararle. Y no será sólo turismo porque alguno de los cuatro chicos del filial (Sergi, Olabe, Moreno y el portero San Román) podría jugar.Y Saúl o Koke descansar. Y Correa formar delantera junto a Torres, que vuelve a ser titular, para descanso de Grizi, en el banco, por si acaso. Pero no parece que ese por si acaso vaya a presentarse. Simeone no dio pistas ayer. Todo puede ser.
Es la vuelta. Es que el Atleti nunca cedió un 3-0 en Europa (cuatro veces lo tuvo, las cuatro pasó). Es que nunca perdió en Rusia. Es que Semin ayer entrenó con Ari y con Farfán, pero no desveló si están para jugar o no. Y no tendrá a su portero titular, Guilherme, que está lesionado y no jugará. Pero Semin cuenta con los gemelos Miranchuk, cuenta con su goleador Fernandes, cuenta con Éder y cuenta con el frío, claro. -5º en el termómetro, sensación térmica de -10º. La nieve. El no estar acostumbrado.
El Lokomotiv quiere ser el Barça ante el PSG la temporada pasada, es el espejo. Lo dijo Aleksei Miranchuk. Aunque, para ello, deberá hacer algo más que en la ida: los guantes del estreno de Werner se quedaron casi intactos. Ni de barro se mancharon. Mientras el Atleti agarraba los cuartos, aunque aún le quedara esto, el viaje a Moscú. Ese que Simeone quiere que sea fútbol, no sólo imanes de la Plaza Roja en la maleta.