1x1 del Atlético: Giménez torturó a Eder y Saúl, de museo
El uruguayo robó en campo rival la pelota que originó el primer gol y anuló al portugués. Saúl abrió la lata con un zurdazo antológico.
Werner. Inédito en la primera parte, pero metido. Si acaso, detuvo un tiro peligroso, pero la jugada estaba ya invalidada. Intervino bien con los pies durante el primer acto. No hubo noticias de él hasta el minuto 78’ cuando Lysov le probó desde lejos. Detuvo el disparo y lo blocó sin dar opciones a la segunda jugada. Después, sobre el tiempo atrapó también una falta lejana. Sin ningún problema. Le tocó intervenir poco.
Juanfran. Notable, con mucha voluntad para sorprender, pero sin despistarse. Vigiló bien a Manuel Fernandes. Le tocó jugar y no falló para mantenerse en la pelea por la titularidad. En el 89’ robó y subió la banda como si fuera el minuto 5 y le puso a Koke en bandeja el gol que deja ya muy tocado al Lokomotiv. Su acción valió para que el Atlético viaje a Moscú sin confiarse, pero con mucho margen. De lo mejor del partido.
Giménez. Torturó a Eder. Adivinándole cada intención, ya fuera si pretendía progresar o para aguantar la pelota. Anticipación bien medida. El portugués acabó atormentado y con pesadillas apagado por la sombra del charrúa. Además, un detalle. El uruguayo detuvo con maestría en campo rival la contra del Lokomotiv que dio origen al gol de Saúl. Concentrado y maduro. Alargó lo expuesto en el Camp Nou.
Lucas. Giménez se ocupó más de Eder y él de barrer lo que quedaba suelto. En el 10’ se lanzó al ataque y a punto estuvo de sorprender a los rusos. Volvía a la titularidad cinco partidos después, y no tuvo problemas.
Filipe. Se sacaba contrarios de encima con mucha facilidad para avanzar por la izquierda. Con mucha superioridad por su costado y sin que nadie fuera capaz de ponerle en problemas. Completó un partido cómodo y físicamente entero hasta el final. En camino para el mejor Filipe de la temporada, olvidando las lesiones.
Correa. Salió revolucionado, intentando complicar la vida con balón y midiendo cinturas. Amenazaba, pero le faltaba golpear. El Atlético cargó por su costado, pero sin el tino final para culminar alguna jugada. Nadie puede poner en duda que cuando agarra la pelota el partido se sacude, pero todavía necesita que ese efecto sea más efectivo.
Thomas. En su línea, con la serenidad habitual de las últimas fechas. Ahorrándose acelerones, tirando de colocación e interpretando bien el partido. El segundo gol es suyo. Roba en campo rival cuando el Lokomotiv pretendía salir y el Atlético lo castigó. Interpretó formidablemente la presión en campo rival y se manejó muy bien salir de ella cuando los rusos intentaban inquietarle.
Saúl. Eligió con precisión sus momentos para entrar en juego y participó de forma decisiva en el resultado. Su zurdazo ya valió la entrada. Otra pieza para el museo del Atlético. Gol abrelatas y desde la distancia ante un Lokomotiv que pretendía cerrarse y al que sorprendió desde fuera del área. Después se desplegó con discreción hasta que nada más comenzar el segundo tiempo encontró rápidamente a Griezmann con un balón que ya era de gol. Costa Lo remató. Desde ahí se terminó soltando, para desgracia de los rusos.
Koke. El trabajo no se le discute, pero le penaliza mucho todavía ese pase para superar líneas que intenta y que no termina de encontrar el pie de un compañero. Discreto, Simeone le fue acercando a los atacantes conforme avanzaba el partido para ver si un momento de inspiración ayudaba a sentenciar la eliminatoria. Y lo hizo. Acompañó a Juanfran y dejó la eliminatoria casi liquidada llegando desde la segunda línea.
Griezmann. Muy atento en el apoyo en corto y de primeras, dando velocidad a los ataques. En el 30’ porfió una pelota con picardía que terminó birlándole a Guilherme. Casi la convierte en gol. Suelto, con mucha asociación. Volvió a tenerla en la reanudación rompiendo con mucha inteligencia para encontrar el pase de Saúl. Guilherme repelió su disparo, pero no pudo con el de Costa. El Cholo le dio poco más de una hora y después se lo guardó pensando en el Celta.
Diego Costa. Se reencontró con el gol para templar sus ansias. En la primera parte se había movido con intención pero sin golpear ni encontrar situaciones de remate. Acompañó muy bien la jugada que terminó rechazando Guilherme y liquidó el choque. Venía de no sentirse cómodo en el Camp Nou, anulado por Umtiti y Piqué.
Vitolo. Sustituyó a Griezmann con el Lokomotiv ya sobreaviso con 2-0. Entró con ganas, aunque el partido había decaído algo en su ritmo. Se le vieron cosas. Bien por dentro y dando salida.
Gameiro. Entró por Correa, pero se movió donde lo había hecho Griezmann. Buscó a Torres, pero intrascendente.
Torres. Saltó al campo por Costa para intentar apuntillar al Lokomotiv. Apenas entró en juego. Sin opciones.