No es dramatizar. Es constatar la verdad. Los tres puntos de esta tarde son de esos de campeonato, de los que si ganas te dan la vida, pero de los que si pierdes te deja sonado, prácticamente KO. Y esa reflexión vale para ambos equipos con diferentes objetivos, pero iguales urgencias. El Córdoba necesita ganar sí o sí. Prácticamente desahuciado, con un pie en Segunda B, todas sus esperanzas pasan por ganar todos los encuentros de casa y mejorar su rendimiento lejos de El Arcángel. Y es que estar a falta de 15 jornadas a 13 puntos de la salvación, al empezar la jornada, es una cuesta complicada de asumir y al primer pinchazo el equipo se puede venir abajo. El Valladolid respira más tranquilo, el asunto de la permanencia no se discute ya, pero sí el hecho de ver si el conjunto de Luis César es capaz de ganar su tercer encuentro a domicilio. Tras la victoria ante el Huesca, ganar en Córdoba sería un espaldarazo a las opciones de entrar en playoff, pero dejarse puntos supondría un golpe importante, sobre todo, moral. No va a ser fácil, pero se entiende en Valladolid que si equipo quiere jugar por ascender debe ganar en las canchas de los equipos que más dificultades están pasando (sigue el partido en directo en As.com).
No lo tendrá fácil. El equipo de Luis César es el máximo goleador, pero acude a la cita de El Arcángel sin Mata, autor del 48% de sus goles, el futbolista que más tantos ha marcado. Un golpe sufrido ante el Huesca le ha dejado fuera de este partido y no podrá enfrentarse a Sergi Guardiola, segundo clasificado, con 14 tantos. Para suplir a Mata, el técnico blanquivioleta podría contar con el recién llegado Toni Martínez o con Chris Ramos. El primero parece tener más opciones. Ese será el único cambio. El resto del equipo será el mismo que derrotó al conjunto oscense.
En el Córdoba la sensación de final es todavía mayor. Los nuevos refuerzos del mercado de invierno han mejorado el equipo, no era difícil, y afrontan cada partido como una final. Pese a haber merecido ganar al Granada, el derbi se les escapó en los últimos minutos. Alfaro jugará ante sus ex, como lo hará Antoñito, que volverá a correr la banda, pero con otra camiseta.
