En el fútbol hay finales y finales. En unas se entregan trofeos. En otras se salva la vida. La que hoy se juega en Butarque entre Leganés y Las Palmas es de éstas últimas (sigue el partido en directo en As.com). Especialmente para los visitantes. Los canarios persiguen hacer “posible lo imposible”, como define su entrenador Paco Jémez. Jamás un equipo se salvó tras cerrar la mitad de curso con apenas once puntos en su casillero. El técnico del equipo canario quiere ser el primero. Realmente cree que puede conseguirlo, aunque las circunstancias se empeñen en arrebatarle a dentelladas la poca (o mucha) esperanza que albergue su pizarra. Ejemplos de obstáculos le sobran. Los dos últimos, el adiós de Viera a China y la lesión de Bigas. Pero él confía en que su equipo consiga la hazaña.
Ganar sí o sí. Lograrla pasa, sí o sí, por ganar a un Lega que sigue despeñado en su descenso de la cima copera. Los de Garitanoparecen ahora más vulnerables que nunca y alimentan las expectativas del rival. Suman cuatro derrotas consecutivas (tres en Liga, una en Copa) y una orgía de goles en contra a la que no están acostumbrados: nueve goles recibidos y sólo uno a favor. Feo asunto para un conjunto que no vence desde el 28 de enero ante el Espanyoly que no quiere acercarse al lodazal del descenso tras un curso inmaculado.
Sin Szymanowski (baja sine die), ni Brasanac y con los mediocentros a punto de reventar (Asier dixit), la ausencia de Beauvue por una herida en el pie añade problemas frente al único enemigo de Primera, junto con el Getafe, al que el Leganés se ha medido en la máxima categoría, Segunda y Segunda B.