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BETIS - REAL MADRID | JAVI GARCÍA

“Se lo dije a mis colegas: el Real Madrid siempre vuelve”

Canterano del Madrid que ha pasado por el Benfica, el City y el Zenit. García llegó al Betis el pasado verano para ser el eje del mediocampo.

Javi García, jugador del Betis.
MIGUEL MORENATTIDIARIO AS

¿Cómo ha cambiado aquel Javi García que salió del Madrid al Benfica casi llorando?

He estado en muchos sitios, pero todos importantes. Lisboa, Manchester, San Petersburgo... Tenía ya ganas de volver a mi país. Al principio uno es más pasional en el campo, corres incluso más de lo que tienes. Sigo siendo un jugador muy competitivo, pero tengo ese pose para pensar en cada momento.

¿Y este Betis de Setién, compite?

Por supuesto. Se critica mucho la manera de jugar, tan atrevida, pero es la manera de crecer. El beticismo tiene que ser exigente, pero si lo ves desde la distancia creo que hacemos las cosas bien. Mucha gente que ha venido no ha jugado así en su vida y eso requiere un tiempo. ¿40 goles en contra? Sí, pero sólo dos han sido por perderla atrás. Esta forma de jugar nos da más de lo que nos quita.

¿Llegó a coincidir con Zidane como jugador, no? ¿Cree que se está siendo justo ahora con el francés?

Sí, cuando empecé a entrenar con el primer equipo estaba aún Zidane. Es verdad que no es normal ver así al Madrid, pero intuía que podía ganarle al PSG. Se lo dije a los colegas: al final es el Madrid, siempre vuelve. En Liga es muy complicado pero está la Champions ahí. Es su competición y puede pasarle algo muy bonito.

Porque usted es madridista.

Llegué muy pequeño a ese club, he vivido muchos momentos buenos y malos, juegas contra Atlético y Barcelona... sientes esa presión y te hace un madridista más. Cuando no es mi rival le deseo lo mejor.

¿Cree que se les exige más a los canteranos en el Madrid?

La afición sí tiene más paciencia, pero los entrenadores quieren ganar títulos porque dos meses malos les cuestan el puesto. Es lógico en parte que no se atrevan a ponerte.

¿Por qué cree usted que no siguió en Chamartín?

Asomar la cabeza en Madrid o Barça y quedarte es complicadísimo. Todos los veranos gastan 200 millones o más para traer estrellas. En los equipos humanos es más fácil.

Le pasó a usted.

Es que ese momento mío del primer equipo fue especialmente complicado. Ahora hay un vestuario de lujo en el Madrid, se palpa que todos se llevan súperbien. Pero entonces a los canteranos a veces no se les daba tanto cariño. Es ley de vida, lo que se ha hecho siempre: los mayores intentan imponer su respeto.

¿Faltó valentía con los canteranos?

Con De la Red, que convivió conmigo y somos grandes amigos, lo comentamos muchas veces: era un Madrid complicadísimo. No se ganaba nada, cambiábamos de entrenador muchas veces... Y eso debe acompañar. Recuerdo que en el Barcelona saltaron un montón de jugadores de la cantera como Pedro, Busquets... Guardiola, con dos c..., los puso a todos y funcionaba. Jugaban con los ojos cerrados y ganaban títulos.

Habla de De La Red, al que retiró un problema de corazón. Vaya camada la suya con él, Soldado, Negredo, Valero, Arbeloa, Diego López...

Había mucha calidad, sí. Pero De la Red era para mí el único de aquella generación que hubiera aguantado en el Madrid. Le daba igual tener a Zidane que a su vecino jugando al lado. Era tipo Guti, y esa personalidad hace triunfar en los equipos grandes.

Debutó con el Madrid con 17 años en la época de los Galácticos

Javi García (Murcia, 1987) comenzó a dar sus primeras patadas en la escuela que formó Moñino, su padre, en Murcia junto a Cholo, campeón de la Copa de la UEFA con el Madrid (1985-86). Cinco años después de entrar en la escuela, en 2001, su calidad y su físico invitaban a dar un paso más y fue entonces cuando dio el salto a la cantera del Real Madrid. Formó parte de una de las mejores hornadas que ha dado La Fábrica en los últimos tiempos (jugó en el Castilla junto a Diego López, Arbeloa, Juanfran, Jurado y Soldado, entre otros). Su salto al primer equipo no se hizo esperar: el 26 de octubre de 2004, con sólo 17 años, debutó en un encuentro de Copa contra el Leganés. Compartió vestuario con los Galácticos. Esa experiencia le hizo aprender, pero también le impidió tener demasiadas oportunidades (sólo once encuentros con el primer equipo en tres temporadas desde que debutó). En el verano de 2006, tras se campeón de Europa Sub-19 con España, vio cerca la opción de ganarse un puesto en el primer equipo, pero la llegada de Diarra le volvió a cerrar las puertas. En 2007 fichó por Osasuna (27 partidos y dos goles) por 2,5 millones y sólo un año después el Madrid le recompró por 4 millones. Por fin tuvo hueco en el primer equipo blanco (21 partidos), pero el siguiente verano salió traspasado al Benfica (7 millones). En el equipo portugués jugó tres campañas (llegó a debutar con la Selección en 2012) y el City le fichó por 20 millones. Allí pasó dos campañas (ganó una Premier) antes de fichar por el Zenit (tres temporadas), su última parada previa al Villamarín. —S. Santos

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