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Entrenamiento del Athletic en Moscú.
SERGEI KARPUKHINREUTERS

El Athletic Club de Bilbao se entrenó hoy con unas temperaturas gélidas de 12 grados bajo cero en el estadio Otkritie Arena, sede este jueves del partido de ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa ante el Spartak Moscú.

Los futbolistas vascos, liderados por el veterano delantero Aritz Adúriz, saltaron al campo ataviados con gorros, bufandas y medias térmicas para hacer frente a las bajas temperaturas invernales en la capital rusa.

El técnico del Athletic, José Angel Ziganda, ordenó a sus jugadores que se mantuvieran activos todo el tiempo para entrar en calor, lo que no fue fácil ya que el viento gélido reinante cortaba la respiración.

Sólo el centrocampista Mikel Rico, que será muy probablemente titular este jueves, decidió salir al campo en camiseta y pantalones cortos.

En las inmediaciones del campo se podían ver montículos de nieve de varios metros de altura que eran recogidos por excavadoras y maquinas quitanieve.

Tanto Ziganda como Adúriz reconocieron en rueda de prensa previa al entrenamiento que nunca han jugado en tales condiciones extremas, pero argumentaron que "el frío es frío para todos", tanto españoles como rusos.

Conscientes de las bajas temperaturas, los rusos estuvieron concentrados hasta el martes lejos de Moscú, primero en España y en los últimos días en el balneario de Sochi (mar Negro).

Según los pronósticos, mañana a la hora del partido, 21:00 hora local (18:00 GMT) las temperaturas rondarán los 10 grados bajo cero, pero los cielos estarán despejados y no nevará.