La conexión latina devuelve la confianza al Granada

La conexión latina se activó a lo grande en el regreso del Granada al calor de su hogar, donde siempre muerde. El venezolano Darwin Machís, la indiscutible estrella de este equipo, y el peruano Sergio Peña acabaron, en dos minutos y con sendos golazos, con la oposición de un Tenerife que se quedó helado entre el 22 y el 24, pese a haber comparecido con personalidad en el césped. En ambos casos los goles fueron de lanzamientos muy lejanos, escorados y perfectamente ajustados.

Los golazos de los rojiblancos modificaron por completo las expectativas con las que el Tenerife había contado en el primer cuarto de partido. Muy presente Malbasic por las zonas delanteras, y activo especialmente Luis Milla, los chicharreros fueron los primeros en intentarlo, a través de Milla (4') y comparecieron en general con personalidad y bien armados.

Pero este Granada suele ser muy fuerte cuando juega en casa, tiene mucha pegada y atesora talento en todos sus puestos, especialmente en los delanteros. Lo de Machís, una aportación más de las muchas que lleva este año, es sin duda una buena noticia después de que no pareciera el mismo tras su reciente lesión, pero también lo es el golazo de Peña, que responde al fin con réditos a la confianza que en él está depositando Oltra. El otro estilete de la conexión ofensiva latinoamericana, Adrián Ramos, estuvo muy cerca del gol en el 25, tras un córner que no supo rematar en el segundo palo. El cafetero se asoció bien arriba y realizó de nuevo un buen partido, estando muy participativo.

El Tenerife fue otro en el segundo tiempo, a lo que ayudo un Granada que quiso matar en algún otro zarpazo, pero que no estaba dispuesto a exponer. La entrada de Suso y Juan Villar revitalizó a los de Martí, que se acercaron más a Varas, aunque sin éxito hasta el loco tramo final. El Granada fue comiéndole minutos al reloj sin demasiados agobios y llegó al 83' con los puntos bien amarrados, pese a que los chicharreros ya inquietaron, y mucho, por mediación de Juan Carlos (68'), que remató un centro de Villar para hacer intervenir a Javi Varas con acierto. Antes, también Suso y el propio Villar habían puesto a prueba al arquero.

A falta de 7 para el 90' Joselu se preparó en la banda para entrar por Sergio Peña, pero el colegiado estimó que el peruano estaba perdiendo tiempo y decidió sacarle la segunda amarilla, lo que dejaba a su equipo con 10. A esta acción se encadenó la jugada del 2-1, una falta lejana botada al área y que Villar remató muy bien de cabeza, lo que volvía a redimensionar un partido que parecía finiquitado.

El Tenerife se lo creyó y al Granada le temblaron las piernas, especialmente a una grada de Los Cármenes que no necesita precisamente más sustos. Y los de Martí rozaron el empate hasta dos veces, primero con un cabezazo de Víctor Casadesús que desbarató Varas (87') y sobre todo con un tiro al palo de Juan Villar (88').

La grada respiró con el pitido final. Estuvo muy cerca la 'tragedia' para los de Oltra pero finalmente los puntos se quedaron en casa.