“¿Bale? Robben se lesionaba y en el Bayern jugó más”
338 partidos en el Madrid y 51 goles de 1977 a 1985. Uli Stielike (1954) fue uno de los jugadores más queridos en su época por su pundonor y calidad. Pero sus inicios fueron duros. Como Bale, sufría constantes lesiones... Al final, dieron con el problema.
¿Cómo era aquel gran Borussia Moenchengladbach en el que se dio a conocer?
La de los 70 fue una década en la que nuestras fuerzas estaban igualadas con las del Bayern. El portero era Kleef, que fue suplente algunas veces de Maier, al que nadie pudo quitarle el puesto. El lateral derecho era Vogts, que luego fue seleccionador. Jugaba Bonhof, Simonsen y Jensen, tres que terminaron jugando en España… Y estaba Heynckes, un gran delantero… Había un equipazo, la mitad de la selección.
¿Cómo recuerda su fichaje?
Hay dos versiones. Yo no me quiero creer mucho que el Madrid fue a ver a Wimmer y no a mí. Porque Netzer me llamó tres o cuatro días antes de jugar aquella vuelta de la semifinal ante el Dinamo de Kiev, que se disputó en Dusseldorf porque nuestro estadio no tenía una gran capacidad.
¿Qué le dijo Netzer?
“Juega bien, que van a verte del Real Madrid”. El caso es que también se cuenta que en realidad habían ido a ver a Wimmer y que don Santiago, cuando me vio jugar y ante la duda, dijo: “Quiero fichar a ese tío del bigote. Si ustedes no pueden decidir entre los dos lo haré yo…”.
¿Qué pasó después del partido?
Que volvió a llamarme Netzer y me dijo que al día siguiente fuera al hotel Intercontinental de Dusseldorf. Y para allá que fui…
¿Qué vio al entrar en el hall del hotel?
Para mi sorpresa me topé con la imponente figura de don Santiago. Yo no sabía que había ido, claro.
¿Qué le dijo él?
Un par de frases del alemán. Al parecer, aprendió algo durante la Guerra. Me presentó a Agustín Domínguez, que iba con él, y me mandó subir a su habitación. Don Santiago se quedó en el hall…
¿Y negociaron?
¡Qué va! Él sacó una hoja con el membrete del hotel de un cajón, me preguntó que cuánto quería cobrar y se lo dije.
¿Cuánto pidió?
Pues casi la misma cantidad que cobraba en el Moenchengladbach, pero en neto, no en bruto. Unos 100.000 euros al cambio de hoy. Lo escribió, firmé, y esa hoja fue a misa.
¿Cuántos años tenía usted?
22 añitos. ¡Y todo sin agente ni leches! Así lo hice durante toda mi vida...
¿Por qué le quiso tanto la afición del Madrid?
Porque vieron que llegó un extranjero que se identificó plenamente con el club y que representó sus ideales. Y eso entrando con mal pie. Porque me lesioné mucho al llegar y empezaron a hablar de que era un jugador de cristal. Tampoco medía dos metros, no era rubio ni tenía los ojos azules, como el prototipo alemán. Todo me lo gané con mucho esfuerzo. Estoy muy orgulloso.
¿Por qué se lesionaba tanto?
Mi primer shock en realidad fue que, cuando perdimos en el primer partido, en Salamanca, echaron a Miljanic. Para mí fue una catástrofe, porque consideraba que si estaba en el Madrid también era porque le gustaba a él. Y habíamos tenido muy buena sintonía en la concentración de Navacerrada. Que se fuera fue una situación muy estresante para mí.
¿Como para lesionarse en un músculo?
No, no creo… A las pocas jornadas me rompí el muslo y estuve fuera casi dos meses. Y empezaron los comentarios...
¿Antes de llegar se lesionaba tanto?
No, no… Por eso fue una situación desconcertante para mí. Empezó una importante rueda de exámenes médicos de todo tipo. Y con el tiempo se detectaron dos cosas. Una, que tenía un problema en la espalda que derivaba en lesiones. Y otra, una descompensación en la cadera que hacía que tuviera una pierna más larga que la otra, y eso también me afectaba. El problema no era que mis músculos fueran débiles…
¿Quién dio con el problema?
Dimos muchas vueltas, la verdad (risas). Uno de los médicos que visitamos, recomendado por el hijo de Luis de Carlos (el valenciano Ricardo Hernández Gómez) me recetó una plantilla para compensar la cadera. Y la usé un tiempo largo… Me sirvió, pero lo cierto es que siempre tuve problemas musculares. En las estadísticas se ve que no hay una temporada en la que no haya faltado en cinco o seis jornadas de Liga.
¿Qué piensa cuando ve lo que le pasa a Bale?
Hombre, es una pena, porque estando al cien por cien físicamente forma una delantera perfecta con Cristiano. Pero claro, también es penoso para el club, porque ha pagado mucho dinero por un jugador al que no puede poner sobre el campo.
¿Le ve solución al problema?
Cada vez hay más presión hacia el jugador. El problema que veo en los clubes es que los médicos no aceptan tener opiniones de otros especialistas. Si como club tengo un jugador que vale mucho y en mi casa no dan en el clavo, tendré que ir a otro sitio, o a dos, a los mejores. Y no hay que avergonzarse de ello, porque al final es tu capital, tu dinero.
Un poco lo que sucedió con usted, ¿no?
No sé cómo se hubiera tomado López Quiles si le hubieran dicho que me habían mandado a otro médico (risas). No sé cómo habría terminado la cosa.
Entiendo…
Pero en estos tiempos ya no hay que esconder las cosas. Yo viví otra situación complicada de salud cuando volvimos de un partido ante el Tottenham de Copa de la UEFA. ¡Estaba seco de fuerzas, fatal! Y desde hacía varios días...
¿Sí?
Y tuve la suerte de que en casa vivíamos junto a un médico internista, Alejandro Domínguez. Y él fue quien detectó enseguida que se trataba de una mononucleosis cuando en realidad nadie conseguía dar con el problema. Ese doctor me dijo que guardara reposo absoluto seis semanas. Reposo total. Dos semanas después ganamos la vuelta al Tottenham. El siguiente rival era el Inter. Se perdió en San Siro 2-0. Y el partido de vuelta estaba detrás de la esquina y yo todavía en la cama… Y tanto me preguntaban en el club si volvía ya que al final decidí que jugaba. Y lo hice seco, sin fuerzas. Ganamos 3-0 y nos clasificamos, pero fue una locura por mi parte.
Por eso le querría tanto el madridismo...
Antes, algunos arriesgábamos mucho el físico. Pirri era otro de los buenos (risas).
¿Le falta ese arrojo a Bale?
No sé. Robben se lesionó mucho en el Madrid y el Bayern le recuperó. Allí jugó muchos más partidos que con el Madrid. Igual hay que buscar el porqué de ese hecho.
¿Qué consejo le daría a Bale?
Yo más que a Bale, al club. Que le abra la puerta, que visite a tres o cuatro médicos de confianza. Y si coinciden tres de los cuatro, ir por ese camino...
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