Cristiano pierde olfato en casa
El portugués está negado de cara a gol cuando juega en casa. Necesita 16 remates para hacer un tanto. Como visitante, sólo 6,75 remates.
Se podría decir que esta temporada a Cristiano se le atragantan los partidos en casa. El siete del Real Madrid no ha comenzado la temporada de la mejor manera posible y sus registros goleadores no se corresponden, al menos todavía, con lo que viene siendo habitual (hay que tener en cuenta la sanción que le impidió comenzar la Liga Santander). Pero en casa, esa mala racha se acentúa aún más.
Y es que el portugués necesita probar suerte de cara a portería demasiadas veces cuando juega en el Bernabéu para anotar un tanto. En su estreno ante el APOEL cumplió con las expectativas y marcó dos goles. Para ello necesitó doce remates a puesta. Sin embargo, a partir de ahí sus cifras fueron mermando. Cayeron ante el Betis y el portugués no consiguió que el balón entrara en la meta de su excompañero, Antonio Adán, en catorce ocasiones. Tampoco marcó en el siguiente encuentro en casa ante el Espanyol, aunque disparó únicamente seis veces. Contra el Tottenham (Champions League) probó suerte en once ocasiones y sólo transformó una: el penalti cometido sobre Toni Kroos. El último partido de Cristiano ante el Eibar, realizó cinco disparos sin encontrar puerta.
En total, Cristiano ha necesitado 48 remates para hacer tres goles en el Santiago Bernabéu, por lo que el jugador del Real Madrid registra una media de 16 remates para subir un tanto al marcador.
Fuera sigue siendo el mismo
No obstante, si echamos un vistazo a las estadísticas del luso lejos de su estadio, sus números se asemejan más a lo que nos tiene acostumbrados. En la Supercopa de Europa sólo dispuso de un remate ante el Manchester United que no fue gol. En la Supercopa de España sólo necesitó cuatro disparos para meterle un gol al Barcelona. Contra el Alavés no marcó a pesar de intentarlo en siete ocasiones, pero contra el Borussia Dortmund, ya en Champions League, marcó dos goles con sólo siete tiros. En el último encuentro fuera, ante el Getafe, anotó otro tanto, para el que necesitó ocho tiros a puerta.
Su media fuera de casa demuestra casi el triple de efectividad, pues Cristiano ha conseguido meter cuatro goles con tan sólo 27 disparos, es decir, que marca cada 6,75 disparos. Por ejemplo, en la Liga Santander, hizo 25 goles con 128 remate, con una media de 5,12 intentos para lograr un gol. Cifras más similares a las que hace fuera de casa en la actualidad.
Su peor versión, ante el Eibar
El siete del Madrid no cuajó una buena actuación a pesar de ganar 3-0 al Eibar. Jugó como delantero centro hasta la salida de Karim Benzema, pero no se encontró cómodo. No hay más que ver el mapa de calor del luso, con focos muy lejos de la portería y sólo un punto dentro del área. En la frontal del área es donde más acción tiene y refleja puntos aislados en las bandas.
No consiguió hacer gol a pesar de intentarlo en cinco ocasiones. Tres fueron desde dentro del área, concretamente en el costado derecho. De esos intentos, dos los paró el guardameta y uno no salió fuera. Las otras dos veces que probó suerte lo hizo desde la frontal. Un disparo salió rechazado y el otro no fue entre los tres palos.
En cuanto al trabajo defensivo, no es una faceta en la que destaque normalmente. Ayer despejó un balón en su área y recuperó otro en el centro del campo. Sin embargo, no es tan habitual que no consiga hacer ni un regate en todo el encuentro. Lo intentó una vez y no tuvo éxito. Además, cayó una vez en fuera de juego.
Por si fuera poco, perdió diez balones y fue el jugador que menos pases dio (27) de su equipo, exceptuando a los suplentes. Dio uno menos que Asensio (que jugó hasta el minuto 64) y cuatro menos que Casilla. En cuanto a pases fallidos, sumó siete.
Cristiano todavía no ha terminado de arrancar, especialmente en casa, pero todavía le quedan muchos encuentros para dar la vuelta a las estadísticas y establecer registros como los de la temporada pasada.
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