Raúl Uche: "Todos son buenos, pero Mahrez va sobrado"
El joven exrayista milita en el filial del Leicester y es habitual en las sesiones del primer equipo inglés. Avisa: "Si sacamos hoy algo positivo, el Atlético sufrirá en la vuelta".
¿Cómo va su aventura inglesa en el Leicester?
Difícil al principio, normal para un chico de 19 años que se va lejos de su familia y de sus amigos. Me estoy adaptando y aprendiendo el idioma que es lo más importante. Siempre viví en Vallecas, había salido poco y era un cambio muy grande. Los horarios, la comida, los hábitos…
Se habrá acordado mucho de las clases de inglés del colegio…
(Risas). Cuando llegué pensaba que sabía del colegio. Pero cuando aterricé apenas entendía a la gente. Ahora ya me desenvuelvo. El Leicester ha estado encima para proveerme de todo. Hasta que no vieron que me desenvolvía no me dejaron un poco a mi aire. Se han portado de forma fantástica. Era inglés o inglés porque ni siquiera hay otro jugador latino con quien hablar. Cuando volví a Madrid para un descanso, fue gracioso. ¡Jugaba al FIFA con mis amigos y yo comentaba los partidos en inglés! Me tenían que decir, “oye que ya has vuelto”…(Risas).
¿Futbolísticamente qué ha notado en el fútbol base inglés?
Es más físico. En España se intenta rasear más y allí es más agresivo y más directo. Cuando lo veía por televisión ya notaba la diferencia, pero cuando lo sientes es cuando estás en el campo. Ves de verdad el cambio.
Cuando llegó en verano a la ciudad, ¿se palpaba aún por las calles la gesta del primer equipo?
Se podía ver por las calles. Las pancartas, la gente exaltada todavía… Sí se notaba. Mis compañeros me contaron cómo había sido. Estaban excitados. Atónitos. Estaban jugando en la cantera de un equipo que había hecho historia y que había salido campeón.
El Leicester iba superando jornadas y seguía arriba. ¿Usted ya lo seguía o todo comenzó cuando se interesaron por usted?
Yo lo estaba siguiendo, porque me parecía raro que el Leicester estuviese tan arriba en la tabla. Al principio, por curiosidad. Luego cuando José Miguel González me trasladó el interés, ya me fijaba no sólo en cómo quedaban, también en quién marcaba… Que ganaran fue algo que ayudó a que yo tomara la decisión de irme allí.
¿Y se palpa una nueva exigencia en el club por haber ganado la Premier?
Soy nuevo, pero creo que sí, que la exigencia ha aumentado. Un poquito más de presión por lo que hizo el primer equipo el año pasado.
Esta temporada han pasado apuros. ¿Qué sucedió?
Empezaron normal, pero encadenaron derrotas y se veía preocupados a los futbolistas. No sé si el cambio de entrenador ha tenido que ver en la mentalidad, pero están mejor de moral. En la Champions, siguen exaltados. Llegar a cuartos es muy complicado y ellos están ahí.
Ellos y usted. Se ha entrenado con ellos varias veces.
Sí, algunas veces. Los del filial compartimos el gimnasio, la sala de fisios… Estamos en contacto con el primer equipo. Les vemos e incluso les quieres preguntar cualquier cosa que quieras. Para mí fue un poco raro entrenarme con ellos. En el Rayo lo hacía y me podía desenvolver hablando la misma lengua. Allí, al principio era callarme y jugar. Cuando manejé el idioma ya tomé otro papel. Hablaba más, pedía la pelota, hablar con tecnicismos. Reconforta.
¿Cómo era entrenar con Ranieri?
Estuve varios días. Yo acababa de venir de otro país y me decía “¡que estoy entrenando con el campeón de la Premier, que no es cualquier cosa!”. Hablaba conmigo sobre temas tácticos. No diría que Ranieri es tímido, pero no es de esos técnicos no tan activos. Da las órdenes en el momento decisivo. Deja a los jugadores expresarse, jugar y pensar por ellos mismos, y cuando ve un error clave, entonces te corrige. Shakespeare, en cambio, es más directo, da más indicaciones. Yo, de hecho, hablaba más con él porque era el que más aleccionaba a los chavales que subían.
¿Qué me dice de su equipo? ¿Qué le impresiona más?
La intensidad. Y si hablamos de futbolistas siempre digo Mahrez. Tiene un talento increíble, va sobrado de calidad. Después la velocidad y la capacidad de decisión de Vardy son magníficas. Schmeichel nos ha salvado muchas veces. Además se puede destacar a dos hombres sólidos como Morgan y Drinkwater… Pero les advierto, si todos los jugadores no fueran buenos, el Leicester no habría ganado la Premier. El partido clave es hoy. Si sacamos un buen resultado en el Calderón, al Atleti se le va a complicar mucho, como sucedió al Sevilla. Si aguantamos, que tengan cuidado en la vuelta. En Inglaterra se valora mucho a Griezmann, pero respetan a todos.
¿Cómo se vive la Champions en el King Power?
He ido a todos los partidos. En Champions se nota aún más ruido, la gente canta más. Aquí, en cada partido se anima como si fuese el último. El estadio va apretar mucho cuando vaya allí el Atlético. Ese ambiente hace que incluso se acorten las distancias en cuanto a calidad. Ya lo dije con el Sevilla. Y así se vio.
¿Se ve jugando con ellos en algún tiempo?
Todo es posible es cuestión de tener una oportunidad y no desperdiciarla.
¿Tiene tiempo para seguir estudiando?
Me gusta. El año pasado estaba en la universidad estudiando Ciencias del Deporte. Me da pena porque lo he tenido que dejar por un tiempo. Pero en cuanto pueda lo retomaré. Me gusta leer y los estudios siempre son importantes.
¿Cómo ve el final de temporada de su Rayo?
Estoy siempre encima. Con Michel me llevaba muy bien. Él siempre estaba encima de nosotros, los canteranos. Espero que sigan las buenas sensaciones con él y los resultados.