FÚTBOL ALEVÍN

Dos padres, detenidos por insultos racistas a un árbitro

Mamadou Sow, de 20 años, sufrió los insultos en un partido de fútbol de alevines en Zaragoza. Los hijos de los autores han sido expulsados del club.

Javier CebolladaEFE

El árbitro Mamadou Sow ha declarado este lunes que se siente "indignado" por los insultos racistas recibidos en un partido de fútbol de alevines por parte de dos padres, que fueron detenidos por la Policía Nacional tras el encuentro entre el Ranillas B y el Helios A, en Zaragoza.

Tras este suceso, que tuvo lugar el pasado sábado, el Atlético Ranillas ha expulsado del club a los hijos, de entre 11 y 12 años de edad, de los padres que protagonizaron este altercado, como medida para evitar que se repitan hechos similares.

El colegiado que arbitró el encuentro, de 20 años, ha explicado que tan sólo diez minutos después de comenzar el partido, empezó a escuchar quejas de varios asistentes del Club Atlético de Ranillas, que llegaron a meterse con él y su familia.

A pesar de esta situación, Sow decidió no suspender el partido, porque "son niños y están para disfrutar del fútbol", ha comentado este lunes en declaraciones a EFE.

Al final del encuentro, uno de estos padres llamó "negrito" al colegiado y se encaró con él, con la intención de pegarle, pero los asistentes evitaron el suceso, hasta que llegó la Policía Nacional y detuvo a los dos individuos, según ha afirmado.

"Me sentí indignado, cuando le dije qué has dicho, se puso furioso y vino hacia mí a golpearme; los que estaban cerca impidieron que me golpearan", ha comentado Sow, quien ha señalado que para él "un negro y un blanco es lo mismo, todo sirve para alegrar las vistas".

Sow ha indicado que no es la primera vez que escucha insultos racistas, aunque ha apuntado que nunca habían llegado hasta este límite, porque él intenta concentrarse al 100 % en los partidos, para no cometer errores.

"Bueno en los partidos suele ocurrir cosas, nosotros nos concentramos en los partidos, no podemos estar al tanto de la afición que viene a ver el partido, porque eso haría que cometiéramos más errores. Intento concentrarme al 100% en un partido, pero lo oyes", ha precisado.

Este suceso no le ha quitado las ganas de seguir arbitrando y, de hecho, al día siguiente, el domingo 30 de enero, arbitró un partido entre el Fuentes de Ebro y Utrillas, que transcurrió sin altercados.

"Creo en el arbitraje, porque una persona se haya comportado así, no voy a dejar de seguir arbitrando partidos y de hacer lo que me gusta", ha dicho.

En cuanto a la decisión del club Ranillas de expulsar a los dos niños de los padres detenidos, Sow ha lamentado que hayan pagado así el "mal comportamiento de sus padres", porque "no se lo merecían, de verdad", pero entiende que los clubes deben tomar las decisiones que consideren oportunas. "Yo ahí no me puedo meter".

Para el presidente del Comité Territorial Aragonés de Arbitros de Fútbol, Francisco Ramo, tanto este club, como otros que han vivido situaciones similares, se han comportado de forma modélica y han tomado decisiones "rápidamente", como en esta ocasión, que ha acabado con la salida de dos jugadores.

Aunque ha reconocido que la "violencia verbal" se produce todos los fines de semana, ha manifestado que en esta temporada se han producido varios casos graves, como la brutal agresión de un jugador del Miralbueno a un árbitro de 18 años el pasado mes de diciembre en Zaragoza, que les ha llevado a tomar medidas.

De momento, se han puesto en contacto con la Federación Aragonesa de Fútbol para crear unas comisiones de trabajo, en las que estén presentes también los clubes y los árbitros, para intentar erradicar estos comportamientos, porque es una "pena que esto ocurra en categorías base".

En su opinión, estas tres organizaciones deben remar en la misma dirección.

En este sentido, Ramo ha afirmado que muchas veces los jugadores imitan el comportamiento de sus padres y acaban agrediendo al árbitro, "como ha ocurrido en partidos de niños de ochos años".

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