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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 5 DE JUNIO

Di Stéfano rompe con el Madrid (1964)

Actualizado a
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 (FILES) -- File picture dated June 12, 1956 shows Argentinian-born Spanish forward Alfredo Di Stefano in Paris. Born in Buenos Aires, Di Stefano became one of the greatest players of his time winning championship titles in Argentina (1947 with River Plate), Colombia (1949, 1951, 1953 with Millionarios de Bogota) and Spain (8 between 1954 and 1964 with Real Madrid). Di Stefano also won the Copa America with the Argentinian national soccer team in 1947, five European Cups with Real Madrid (1956-1960) along with one Intercontinental Cup (1960) and received the European Golden Ball award for best player of the year in 1957 and 1959. Di Stefano later turned to coaching winning two championships titles in Argentina with Boca Juniors (1969-1970), one in Spain with Valence (1971), one European Supercup and one Cup Winners' Cup in 1980.  AFP PHOTO/FILES
DIARIO AS

Después de once años en los que contribuyó a ganar cinco copas de  Europa y una Intercontinental, Di Stéfano salió mal del Madrid. Y eso que aquel año el equipo había alcanzado la liga con cinco jornadas de antelación y había llegado a la final de la Copa de Europa, que se jugaría el 27 de mayo, en Viena. Pero este sería el último partido en el club de Di Stéfano, que pasó la víspera malhumorado. No le gustaba la táctica dispuesta por Muñoz, que quería mantener a Isidro fijo, en su puesto de lateral derecho, en lugar de enviarle al medio campo a perseguir a Corso, extremo que se retrasaba y jugaba en el medio campo. Muñoz temía las subidas del lateral de ese lado, Facchetti. Di Stéfano sostenía que perder la mayoría en el medio campo era perder el partido, y que bastante tendría Facchetti con preocuparse de Amancio.

El caso es que el partido lo perdió el Madrid, 3-1. El regreso fue un funeral. El Madrid seguía en la Copa y estaba enzarzado con el Atlético en los cuartos de final. El partido de ida se había jugado tres días antes de la final de Viena, y en él había presentado el Madrid a sus once suplentes a fin de tener descansados a los finalistas. Acabó 2-2. Hay que jugar la vuelta en el Metropolitano el día 31. Se supone que saldrán los titulares, salvo alguno que esté lesionado. Cuando, el 30, Miguel Muñoz escribe en la pizarra la lista de los convocados, no pone a Di Stéfano. Enseguida todos piensan que se va a liar. Cuando Di Stéfano lo ve, le pregunta a Miguel Muñoz (su compañero de habitación muchos años, como jugador) por qué no está. Muñoz le dice que suba a las oficinas.

Sube ya endemoniado. Se encuentra con Calderón y Saporta, que le explican que está llegando a los treinta y ocho, que hay que renovar el equipo y que él debe ser quien pilote la renovación… desde el despacho. El sueldo habrá que pactarlo, pero será claramente menor. Pero Di Stéfano se sigue sintiendo futbolista. En su fuero interno confía en que el Madrid supere la eliminatoria y alcance la final de Copa, trofeo que solo ha ganado una vez en esos once años. El partido acaba con 1-1, hay que jugar un desempate. Se sortea y es en el Metropolitano. Di Stéfano aún tiene una esperanza de que Miguel Muñoz le convoque, pero de nuevo le deja fuera. El Madrid juega el día 3, y pierde 2-1. Está fuera de la Copa. Ya no hay más partidos que jugar. En las oficinas le insisten en que firme como secretario técnico, pero se resiste a dejar el fútbol. Recibe ofertas del Celtic y del Espanyol, donde entrena su amigo Kubala. El día 5 decide que quiere seguir jugando y así lo dice en el Madrid.

Más adelante, el 23 de julio, le enviará un telegrama a Bernabéu, que este conservaría siempre: «DON SANTIAGO ME VOY A MI TIERRA. NO SÉ SI VOLVERÉ PRONTO O NUNCA. EN ESTOS AÑOS SE HABLÓ MUCHO DE NOSOTROS. YO LLEVÉ SIEMPRE LA PEOR PARTE. FUI UN FENÓMENO O UN GAMBERRO. SI NO ME ACERQUÉ MÁS A USTED FUE PORQUE NO QUERÍA QUE CREYERA QUE BUSCABA UN PUESTO REGALADO. POR LO MENOS ESO NO ME LO PUEDE QUITAR NADIE. LO QUE GANÉ FUE SIEMPRE CON ESFUERZO. OBSERVÉ QUE PARA ESTAR BIEN CON USTED HABÍA QUE SER FALSO. TUVE MUCHAS DESILUSIONES Y NADIE ME DIO MORAL. USTED COMO PADRE ME FALLÓ. AHÍ SE VE QUE NUNCA TUVO HIJOS PORQUE LOS PADRES SIEMPRE PERDONAN. SI NO VUELVO MÁS LE LLEGUÉ A USTED MI FELICITACIÓN Y MI RECUERDO CARIÑOSO. UN ABRAZO. ALFREDO».