El líder acude al Nou Estadi, territorio inexpugnable para 16 de los 18 equipos que han visitado al Nàstic esta temporada. El conjunto grana está cómodo en su feudo y tiene sed de éxitos con un Emaná que está tirando de un carro que va lanzado hacia el ascenso directo. Enfrente, un Leganés que no quiere perder terreno. Ha logrado siete de los últimos nueve puntos en juego —suma tres jornadas sin caer— y llega la hora de la verdad. Sigue la carrera de fondo hacia Primera y en Tarragona está la casilla de salida.
Vicente Moreno tiene la baja de Mossa por sanción y su hueco en el lateral zurdo lo ocupará Ferrán Giner. Su posición natural es la de extremo, pero desde la salida de Mousa Bandeh —cedido al Olot en invierno—, el técnico grana le hizo saber que era una opción para tener minutos como lateral y se ha reconvertido. Eso sí, hay dudas. Daisuke Suzuki, central, también podría jugar ahí. Pero los quebraderos de cabeza no sólo afectan al Nàstic; el Leganés no tendrá a Mantovani. Sin él, la zaga pepinera tendrá que multiplicarse. Emaná y Naranjo amenazan. Para llegar a Primera hay que ganar. Y el que lo haga hoy se colgará el cartel de gran favorito.