El derbi explicado a través de los tatuajes de sus estrellas

En el fútbol actual los tatuajes forman parte del tapiz visual de los partidos. Se ven en los mil y un primeros planos televisivos tanto como las camisetas, los sponsors publicitarios o las botas de colorines. Y muchos tienen su historia. La tinta bajo la epidermis de las estrellas de Real Madrid y Atlético también 'jugara' el derbi del Bernabéu.

Al frente está Sergio Ramos. En su cincelado físico ya casi no cabe un centímetro en blanco, valga el chiste fácil. En su gemelo izquierdo está el recuerdo permanente de su gran afrenta al universo atlético, la Décima, aquel gol en el minuto 92 y 48 segundos de la final de Lisboa. Esta vez, de marcarle a Oblak, podría celebrarlo bailando el moonwalker en honor a Michael Jackson, retratado en uno de sus (múltiples) tatuajes... Entre el vestuario blanco, eso sí, se vive con un espíritu animal. Si Jesé, Danilo y Marcelo tienen tatuados sendos tigres, James se decanta por un koi (carpa) japonés, figura que evoca la perseverancia, algo que al colombiano le está haciendo falta este año. Jesé querrá poner su música (su amor por el reguetón está plasmado con un gran micrófono en su brazo derecho) y si marca, Isco seguro que se lo dedicará a Isco Jr, el motivo del gran tatuaje en su antebrazo. Para cuestiones de fe y pedir por un triunfo ante el gran rival vecino (y quizá un milagro por la Liga), el hincha madridista devoto puede pedirle ayuda a San Expedito, patrón de las causas justas e urgentes (parece que viene al pelo), que Pepe tiene tatuado en su gemelo.

En el Manzanares también abundará el recuerdo familiar en caso de asaltar el Bernabéu, como por ejemplo Torres (porta el nombre de su mujer Olalla y su hija Nora) ahora que ya liberado del estrés por el gol cien gracias a la hamburguesa Don oso, o Savic, que luce un homenaje a su hermana Milica, de profesión economista. No sólo Pepe (y Ramos). No sólo Ramos o Pepe muestran su fe en la piel, en el bando atlético Augusto y Griezmann llevan sendos rosarios bajo la epidermis del brazo y Correa la estampa de la Virgen María de San Nicolás de la que es aún más fiel tras su operación de corazón. Incluso oriente se cuela a través del dios hindú Ganesha (dios de la inteligencia y la sabiduría) que junto a una Mano de Fátima adorna el brazo derecho de Giménez, cepo rojiblanco. Y es que los hinchas atléticos tienen tinta en la que creer. Si lo dicen las falanges tatuadas de tu goleador Griezmann con la palabra 'HOPE' (esperanza) o la muñeca de Saúl (se le puede leer "La fuerza no proviene de la capacidad corporal sino de la voluntad del alma"), ¿por qué no repetir triunfo en el Bernabéu?

En los banquillos, poco hueco al 'tattoo'. Si Zidane mantiene su perfil elegante (de corto o en traje) sin tinta, Simeone apenas unas letras chinas (moda funesta aquella, por cierto) que se grabó en la piel en 2007 con el nombre de sus hijos Carolina, Giovanni, Giuliano y Gianluca. El derbi tendrá repercusión más allá de aficionados de Real Madrid y Atlético. En lugares dispares como Sevilla (Ramos tiene tatuada la Giralda) y Argentina (Kranevitter se hizo un motivo de River Plate y Correa porta un guerrero con el escudo de Rosario Central) también se seguirá el derbi del tatuaje...