La ‘muralla de Butarque’ sueña con el ascenso a Primera
Es la zaga menos goleada: 16 tantos en 21 encuentros. El gran secreto: Garitano ha desarrollado una defensa coral que se hace impenetrable para los equipos rivales.
El Leganés ha concluido la mejor primera vuelta de su historia. Los méritos del equipo que entrena Garitano se traducen en números sorprendentes para un equipo que, a priori, apenas busca la permanencia: 34 puntos, sólo tres partidos perdidos, 27 goles a favor, un 5º puesto… Y entre tanto guarismo sobresale que el Lega es el conjunto menos goleado con 16 tantos recibidos.
La ‘muralla de Butarque’, como se conoce a su defensa, brilla por una eficacia que no es sólo mérito de los zagueros. “Nos ayuda mucho la delantera. Son los primeros en presionar y cuando los rivales llegan al área, están exhaustos”, explica el argentino Mantovani, alma máter blanquiazul (ha renovado hasta 2018), capitán y titular indiscutible.
A su lado suele formar Insua, perla del Depor cedido a los madrileños. Su lugar, insiste Mantovani, está en Primera. “Y ojalá sea con nosotros”, añade. “Si es Primera, no me importaría seguir”, replica este gallego de 22 años, alumno aventajado de Marchena, con quien compartió vestuario en Riazor. De él, asevera, aprendió mucho. Por ejemplo, su ambición. “En cada partido te dice ‘Hoy ganamos y cuando termine la jornada, estaremos así y así’. Da confianza”, desvela Serantes, portero menos batido de Segunda.
De 21 partidos, en 10 ha mantenido la meta a cero. Sus paradas han salvado muchos puntos. El piropo le chirría. “Yo medallas, pocas”, se sonroja. “El mérito es también de Queco, que trabaja conmigo de diez”. Queco Piña, el otro arquero del Lega, forma con Serantes un tándem querido por el plantel. “Los que tienen menos minutos jamás meten bronca. Trabajan a tope y alientan al que juega”, dice Mantovani.
Héroe del ascenso a Segunda, Queco todavía no ha debutado en Liga, pero, a cambio, ha sido el titular en Copa. Épica fue su primera parte en el estadio de Los Cármenes, donde mantuvo vivo al equipo del asedio granadino. Él, como sus compañeros, lo tiene claro. El secreto del soñado playoff está atrás. “Los menos goleados siempre están arriba”, sentencia. “Por eso hay que mantener el pistón. Mejorar”, añade. ¿Cómo? “Hemos encajado demasiado en los últimos minutos”, responde con seguridad Mantovani.
Insua señala a las tarjetas: “Para lo nobles y limpios que somos estamos siendo demasiado sancionados”, se lamenta aún castigado por su expulsión en Huesca. Ante el Mirandés lo suplió Bustinza, casi inédito por las lesiones pero que, como el resto de defensas, como Víctor, Albizua, Juanan, César o Luis, siempre ha rendido al máximo nivel.