Merino y ‘lo imposible’
El Sevilla respeta pese al 0-2 a un Betis que aún sueña con la remontada en el partido de esta noche (20:30 C+ Liga) para poder eliminar así de la Copa del Rey al eterno rival.
Aún hay béticos que sueñan con el 2-4 con el que el Betis inauguró oficialmente el Ramón Sánchez Pizjuán el 21 de septiembre de 1958. Ese resultado le clasificaría esta noche para los cuartos de final de la Copa. Pero, honestamente, son pocos. El Betis anda a otras cosas. El domingo despidió a deshoras a Pepe Mel, un entrenador que le ha dado dos ascensos y una clasificación europea, pero que también ha pagado el estado de guerracivilismo, interno y externo, que vive el Betis hace ya una década, precisamente desde que ganó la Copa del Rey de 2005. El Betis ha quitado a Mel cuando estaba aún cinco puntos por encima de la salvación. La alineación de la ida no le hizo ningún favor.
Desde Nervión, el asunto se mira con una profunda discreción. El Sevilla ha respetado bien este periodo de crisis verdiblanca, que ha coincidido con el de mayor gloria de su historia, un clásico de los vasos comunicantes que existen en esta maravillosa rivalidad. El 0-2 de la ida, firmado por Krohn-Dehli y Krychowiak, se antoja suficiente desde el prisma sevillista. Pero existe una prudencia histórica entre su gente. Emery recordó después de la ida el 0-2, y a modo de recordatorio, que el Sevilla fue capaz de remontar en la Europa League de 2014 y la afición también apretó lo suyo al final del feliz partido de Liga ante el Athletic: “el martes échale hu…”.
Mientras fantasea con Juande Ramos, el Betis ha situado como entrenador interino a Juan Merino, que tenía al filial en puestos de descenso. Parece provisional. Su primera alineación, de momento, atenderá más a los sentimientos de su afición que a la realidad de una plantilla bajo mínimos que tiene una visita para temblar en Villarrreal. En el Sevilla también se adivinan cambios en el once. Lo difícil con Emery es adivinar cuántos. Y quiénes. De momento, sí resulta curioso observar el viaje que ha iniciado el Sevilla esta temporada. Lo que parecía un equipo de más pie y talento que el año pasado ha virado en un equipo con doble pivote (Cristóforo descansará hoy) y con Konoplyanka y Llorente, presuntas estrellas y fichas más caras de la plantilla, suplentes. A Emery, sin embargo, se le ve encantado con el nuevo plan. Anoche se supo que deja fuera también a Vitolo y Tremoulinas pero aún así piensa salir a toda mecha. Tanto que ya hay quien sueña con nuevas finales…
Merino, mientras, se acostó con un sueño. Repetir aquel 0-3 de la temporada 96-97. Eran, sin embargo, otros tiempos en Heliópolis.