Butarque, un fortín amenazado por la ‘zona Cesarini’

Butarque es un fortín. A falta de un solo partido para cerrar la primera vuelta como local, el Leganés es el único equipo de Segunda que todavía no ha caído en su feudo. En casa suma 20 puntos de 30 posibles, algo que sólo han podido superar Córdoba (22 puntos) y Alavés (21). De hecho, en el recién clausurado 2015 los pepineros sólo perdieron dos partidos en su estadio, frente a Alcorcón y Sporting. Guarismos positivos que, sin embargo, tienen un punto débil: la ‘zona Cesarini’, esto es, los últimos minutos de cada encuentro. Es ahí, en ese tramo que comprende del 70’ al 90’, cuando el Leganés se desinfla de vez en cuando ante su afición.

De los 10 puntos que no ha ganado como local, 6 se fueron al limbo precisamente en esa franja. Oviedo (empate en el 82’), Girona (dos goles en entre el 79’ y el 93’) y Zaragoza (empate en el 71’) se aprovecharon de esta incapacidad blanquiazul para cerrar los partidos. Un problema del que también pudo sacar rédito el Albacete. Los manchegos se pusieron 2-2 en el 91’, pero Sastre, en el 93’, logró un triunfo épico y, de paso, evitó engrosar estas agridulces estadísticas.

Números que molestan a algunos integrantes de la plantilla pepinera. Omar Ramos, autor del único gol madrileño frente al Oviedo el pasado domingo, se mostró muy crítico con la tendencia defensiva en la que se zambulle el equipo en Butarque siempre que se pone por delante en el marcador. “Ya nos ha pasado varias veces. Tenemos 28 puntos, pero podríamos tener muchos más. No sé qué pasa, pero vamos ganando, y entonces, nos metemos atrás, muy atrás, hasta que nos crean muchas ocasiones y nos empatan. No matamos los partidos”, se quejaba en zona mixta.

“Podemos hacer las cosas mucho mejor en casa”, continuaba antes de aclarar que los culpables de este problema son los jugadores, no el técnico. “Garitano, que yo sepa, no nos dice nada. Es cuestión nuestra. No sé si es miedo a ganar o qué, pero es un aspecto que podemos mejorar”, matizaba.

“Cuando te empatan así te vas con sensación de que pierdes dos puntos, no de que ganes uno (…) Los rivales son también buenos equipos y en ocasiones te obligan a replegarte”, añadía César Soriano.

“La igualdad es grande en esta categoría. Poder sacar los partidos adelante cuesta mucho (…) Cuando no consigues cerrar el 2-0, esto te puede pasar. En cualquier jugada, cualquier rival te puede empatar. Lo que hay que hacer es valorar el trabajo de los jugadores, cómo compiten y cómo están, con 28 puntos a falta de dos jornadas para acabar la primera vuelta… yo creo que la valoración tiene que ser buena”, suavizaba Garitano tras el choque contra los asturianos.