Aire fresco en las pizarras

Real Sociedad - Las Palmas en directo

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Real y Las Palmas buscan esta noche un buen sorbo de autoestima, el que puede dar el pase a la siguiente ronda de la Copa. Ambos conjuntos coquetean con los puestos de descenso, han cambiado de entrenador, y en los dos casos se ha visto una tímida reacción que busca consolidarse. Y eso se hace con victorias, con logros como seguir vivo en el torneo del KO, aunque parezca que les pueda molestar la competición o que no tenga relación directa con lo que ocurre en la Liga. Tiene más vínculo de lo que parece. En San Sebastián, por ejemplo, pasar de ronda supone moral y confianza, en un momento en el que no sobran esos argumentos. Y quedar eliminado a las primeras de cambio puede ser visto como la primera gran decepción de una temporada ya triste. Hasta hay jugadores que hablan de que pasar es una “obligación” para la Real. Con eso está todo dicho.

Poco botín. Las Palmas defiende en Anoeta su mínima renta cosechada en la ida en Canarias. Puede ser un resultado engañoso, porque la Real solo necesita ganar por 1-0 para remontar y pasar. Pero el equipo de Setién llega con muchos condicionantes a su favor. La victoria in extremis de la pasada jornada contra el Betis le permite llegar pletórico a la Copa, y sus dos triunfos contra la Real esta temporada, ambas en el Gran Canaria, le permiten ser más que optimista con sus opciones de pasar de ronda. Eso sí, habrá que ver cómo recompone su centro de la defensa con las bajas que tiene Setién. Podría estrenar esta noche una zaga inédita y de circunstancias, con Javier Garrido, lateral izquierdo, jugando de central. El irundarra, por cierto, pone el morbo de la eliminatoria al regresar a su casa futbolística ocho años después. Se marchó al Manchester City cuando la Real descendió a Segunda y jugará por primera vez en Anoeta como visitante. Setién se trajo a todos los disponibles a San Sebastián, porque después se marcha directamente a Barcelona para jugar en Liga contra el Espanyol. Se esperan, por tanto, bastante rotaciones.

Eusebio aprendió la lección del partido de ida. No habrá tanta revolución.