BARCELONA 2 - VALENCIA 0
Luis Suárez, Bravo y la suerte mantienen con vida al Barça
El uruguayo marcó en el 1' y Messi en el descuento. Parejo falló un penalti en el 10'. Al Valencia le fallaron las fuerzas en la segunda mitad para remontar.
El Barcelona superó la prueba del Valencia en dos minutos. Mejor dicho, en el minuto inicial y en el final. Hizo el Barça un partido capicúa en el que todo lo que que sucedió entre el inicio y el final fue un parto, pero que acabo bien para los blaugrana y fatal para un Valencia que en la primera parte jugó de videoteca. El 2-0 con el que el equipo de Luis Enrique se afianza como líder en la Liga es un resultado que se materializó en el primer minuto con el tanto de Suárez y en el último (ya en el descuento) con el de Messi.
Lo que pasó durante estos dos fogonazos se olvidará pronto. Especialmente, por parte del Barcelona, que se vio vapuleado en los primeros 45 minutos por un Valencia estupendo y que en el segundo tiempo capeó el temporal con más oficio que grandeza. Pero ahí están líderes y superando la etapa reina de la Liga sin perder minutos en la clasificación.
Pidió Luis Enrique en la previa que el Camp Nou temblara y el asturiano lo logró. Puede que no en el sentido en el que lo pronunció el día antes del partido, pero el cagazo del Camp Nou en la primera parte fue de los de recetar un astringente. Y eso que Suárez alargó su sueño parisino del miércoles marcando el 1-0 en la primera pelota que tocaba. No le hizo falta ni controlarla. Piqué sacó agua del primer naufragio de Adriano (que es algo así como el capitán del Costa Concordia vestido de corto), Busquets acudió al rescate, asistió el de Badia a Messi, que en una conducción diabólica le regaló el gol a Suárez que lo metió de puntera, a la vieja usanza recordando el uruguayo el consejo de Shankly que le graban a fuego en Anfield al recién llegado: “En caso de duda, métela y luego discutimos las opciones”. Habían transcurrido 57 segundos de partido.
En el minuto mueve, el vendaval valencianista se vio premiado con un penalti justo, pero de los que se pita uno entre cien de Piqué. Parejo se dejó intimidar por Bravo que se lo paró. Parecía que el Barça superaba así la primera ola del tsunami, pero el Valencia no se cortó un pelo. bombardeó el área blaugrana con una superioridad insultante en todos los frentes. Al Barça, la pelota le duraba un suspiro y únicamente cuando Messi decidió irse al centro del campo a poner parches, el partido se tranquilizó con el sobresalto de un disparo de Alcácer al poste.