Urizar Azpitarte: “En el campo, Stoichkov era peligrosísimo”

Sonada fue la agresión de Stoichkov a Urizar en la Supercopa de 1990. Le pisó y le pusieron 10 partidos. “¿Quiere que llamemos a un amigo suyo?”. “¿A qué amigo?”. “A Urizar”. “Host... ¿En serio?”. Es una sorpresa, pero no parece un mal trago para él. El teléfono emite dos tonos y Urizar descuelga. Le proponemos hablar con un personaje del fútbol desconocido... Habla Stoichkov: “¿Qué pasa, Urizar?”. El árbitro no coge ni el tono ni el acento (“A ver, a ver... otra vez”, dice). “Hola, no soy vasco, no soy catalán, soy búlgaro”. Ya cae: “Hombre, me cago en la..., ¡Stoichkov! ¿Cómo te va?”. “Bien, aquí con los de AS”.

El árbitro reacciona rápido a la cariñosa encerrona: “Como siempre, nos meten a ti y a mí en todos los fregados. Ya sabes que las personas están por encima de otras cosas. Y yo como persona te aprecio”. No hay petición de perdón del búlgaro, pero agradece el tono conciliador del trencilla: “Muchísimas gracias. El pisotón quedará para la historia, pero al final cuando estuvimos juntos siempre fue bien. Es un gusto saludarte”. Hacemos de abogado del diablo. Le recordamos al colegiado que hay quien dice que aún hoy en día a veces le duele el pie. “Me dolió un poco en el momento, sí...”. Y Stoichkov interrumpe con gracia: “¡Aguantó como un vasco!”. Prosigue Urizar: “Reconozco que cuando pude conocerle vi que era una buena persona. Fuera del campo, ¿eh? Dentro del campo era peligrosísimo”. Stoichkov: “¡Era cabroncete! Sí...”.

Los dos coinciden en que a veces hay que darlo todo por la causa. Y el jugador se despide: “Te mando un fuerte abrazo y cuando vaya a Bilbao con toda la banda, Txiki, Alexanco y esos, te voy a llamar”. Tras colgar le planteamos a Stoichkov que agredir a un árbitro es lo peor que se puede hacer en un campo: “¿Cómo? ¿A mí no me puede pisar alguien también?”. Y explica cómo fue la jugada. “Chendo me hizo una entrada criminal, no hay más que ver cómo jugaba Chendo. Y Urizar me sacó tarjeta por simular (el colegiado dice que por protestar). El caso es que expulsó a Cruyff, que se quejó. Le dije que por qué, y me empujó (Urizar a él). En fin... Le pisé cuando ya había visto la segunda amarilla por protestar. Pero mire, Urizar fue uno de los mejores árbitros en España”.