MIRANDÉS 1 - TENERIFE 1
Empate a mal juego en Miranda
Partido condicionado por el mal estado del terreno de juego. El Tenerife, que no sale del descenso, se adelantó con gol de Aitor Sanz y empató Urko Vera en posible fuera de juego.
El Mirandés y el Tenerife firmaron esta noche un empate que no satisface las necesidades de ambos para cortar su mala racha de resultados. Poco fútbol y apenas un par de ocasiones durante los primeros compases, en los que el estado del terreno de juego, muy castigado por el temporal de frío, nieve y lluvia que azota desde hace dos semanas a Miranda, condicionó
el choque.
Bien es cierto que el Tenerife disfrutó de una ocasión relativamente clara en el primer minuto de juego con un disparo lejano de Ifrán, pero ninguno de los dos equipos parecía capaz de generar peligro real.
Los errores y las imprecisiones fueron la tónica dominante y el orden defensivo se impuso a la fluidez del juego en la parcela ofensiva de ambos conjuntos, aunque a medida que pasaban los minutos, el Mirandés parecía un punto más cómodo sobre el césped.
Sin embargo, sería el Tenerife el primero en golpear con un gol de Aitor Sanz al filo de la media hora de juego. El centrocampista madrileño aprovechaba un mal rechace en el área para llegar desde segunda línea y batir a Razak con un duro disparo.
Lejos de venirse abajo, el Mirandés respondió apenas tres minutos después con una grandísima ocasión de Urko Vera, que incomprensiblemente la mandó fuera tras rematar dentro del área libre de marca.
A partir de ahí, y salvo una amarilla a Aitor Sanz que pudo ser roja por un empujón a Carnicer con el balón parado, el partido no dio más de sí y el Mirandés se marchó al descanso con la necesidad de dar un paso al frente. Y vaya si lo hizo.
Nada más regresar de vestuarios, Pedro Martín, que acababa de salir en sustitución de Jordi Pablo, controlaba en la banda izquierda y metía un balón a la espalda de los centrales que Urko Vera aprovechó para batir a Dani Hernández en posible fuera de juego.
A partir de ese momento, fue el Mirandés el que llevó la manija del partido, pero en todo momento se mostró poco resolutivo y los pocos acercamientos al área rival acabaron muriendo en la orilla.
También los del Tenerife, que en toda la segunda parte no pudo rematar más que una vez entre los tres palos sin mucha fortuna. Todo pudo cambiar con un gran disparo de Alex García en los compases finales que obligó a Dani Hernández a lucirse con una estirada para evitar la derrota.
Al final, el Tenerife pareció conformarse con un empate que no le sirve para escapar del descenso, mientras el Mirandés pierde ritmo en su lucha por la zona noble.