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REAL SOCIEDAD 1 - ALMERÍA 2

La mala suerte y el Almería incendian Anoeta

De la Bella, en propia puerta, y Dos Santos hicieron los goles del Almería. Chori Castro recortó distancias en el 85'. Dubarbier y Francisco, expulsados.

La mala suerte y el Almería incendian Anoeta
Juan HerreroEFE

Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Hay que tirar del refranero popular para entender lo que le ha pasado a la Real Sociedad contra el Almería. Porque se puede conceder una ventaja de dos goles en un partido. Puede pasar una segunda vez de forma seguida. Y en ambos casos lograr neutralizarla, y hasta acabar ganando. Pero si pasa en una tercera jornada consecutiva... pasa lo que le ha ocurrido a equipo txuri-urdin. Que pierde de forma inesperada contra un Almería que nunca había ganado en Anoeta. Porque otra vez la Real se puso 0-2 en contra. Pero en esta ocasión no lo pudo neutralizar como ante el Real Madrid y el Celta. Y eso que no mereció recibir esos dos goles, porque hasta entonces estaba siendo superior al Almería, pero entre la mala suerte y la pegada almeriense incendiaron Anoeta.

Lo cierto es que el 0-1 llegó por una mezcla de mala suerte y falta de comunicación entre Zubikarai y Alberto De la Bella, que chocaron en su intento de despejar un centro lateral y el balón golpeó en el defensa catalán entrando de forma irremediable en la portería donostiarra. El gol no hacia justicia a lo que se había visto hasta entonces. Una Real volcada en ataque y generando ocasiones, pero a la que faltaba el último pase o acertar en la definición, con Granero y Xabi Prieto lanzando los ataques, Agirretxe rematándolos y Vela salseando como si no jugará infiltrado por culpa de esa maldita fascitis plantar. Y un Almería replegado en defensa, bien plantado y serio, pero sin apenas llegada en ataque, salvó algún chispazo de Edgar y Zongoo, que fueron los únicos que llevaron algo de peligro sobre la portería de Zubikarai. El gol almeriense no iba a cambiar el escenario de la primera mitad, porque el Almería se replegó todavía más y la Real lo siguió intentando, pero tocada por el gol, tuvo menos brillantez.

A la salida de vestuarios, el partido se igualó. Y más cuando a la salida de un córner, horriblemente defendido por la defensa txuri-urdin, Dos Santos marcaba de cabeza el 0-2. Ese tanto fue un mazazo para los donostiarra, una estocada que los dejó casi hundidos. Las buenas sensaciones de la primera parte, pese al gol tonto de la jornada, se difuminaron, y el Almería aprovechó la coyuntura para tener sus mejores minutos y gozar de ocasiones como para haber matado el partido, pero Hemed estuvo horrible n la definición en la ocasión más clara para haberle dado la puntilla a la Real, al tirar de forma muy inocente el balón a Zubikarai en el mano a mano con portero realista.

Los cambios, y la expulsión de Dubarbier, que fue un incordio con sus subidas por banda, dieron algo de vida a la Real, que de nuevo s la desesperada, con más corazón que cabeza, sin muchos argumentos ofensivos, volvió a ponerse a la tarea de remontar un 0-2. Esta vez no hubo fortuna. Y eso que el Chory Castro, otra vez revulsivo e incomprensiblemente suplente en este partido, volvió a revolucionar el partido como en Vigo con su chispa. Suyo fue el gol de la esperanza, el que reducía diferencias, pero el empate no terminó de llegar. Y eso que merodeó, sobre todo con un poste de Rubén Pardo y un extraño error de Rubén, el meta almeriense, que no fue capaz de aprovechar ningún jugador de la Real. El Almería sumó con solidez y eficacia dos puntos de oro, y de paso incendió la grada de Anoeta, que terminó muy enfadada con su equipo. La Real puso las ocasiones, los palos fueron muy crueles con los buenos remates de Iñigo y Pardo, pero también la debilidad defensiva. Y si das dos regalos en defensa tan claro, lo lógico es perder. Porque es demasiada ventaja.