Bacca y Aleix elevan al Sevilla a la zona noble de la Liga

El Sevilla se llevó de su 2-0 ante el Getafe un par de conclusiones excelentes. En la tercera jornada ya está instalado en zona Champions y además sus convicciones como grupo parecen, como a final de la temporada pasada, indestructibles. En gran parte, gracias al espíritu machacón e incansable de su entrenador. El asunto es saber si con esa cualidad, demasiado simple aunque bien valiosa, le alcanzará cuando lleguen días más duros. Contra el Getafe fue suficiente con los goles de Bacca y Aleix Vidal porque el equipo de Contra apenas dio noticias en toda la tarde. Tan poco se asomó a la portería que pareció que el partido terminaría sin noticias de Sergio Rico. El chico de la escuela de Montequinto no obstante, terminó por ser clave en su primer día en la élite. Una parada suya a remate de Hinestroza evitó el 1-1 y dio origen al contragolpe que sentenció el partido

Otra alegría para el sevillismo fue Tremoulinas, que tuvo un debut felicísimo. Pero el partido fue feo, trabado. Sólo dejó para recordar la actitud de los jugadores, el altísimo número de tarjetas (ocho) y un penalti que Guaita tal vez pudo evitar. Krychowiak llegó antes que él a la salida de un córner y el portero le golpeó en la cara. La extraña pena máxima fue transformada por el colombiano, que lleva dos goles y una asistencia en el campeonato. Ha sido decisivo en todos los puntos que ha sumado su equipo.

Aunque el Sevilla ganó, eso sí, le va a costar horrores olvidarse de Rakitic, el futbolista que desengrasaba su mecanismo y lo vertebraba. De momento, Banega está sólo para 20 minutos y es casi imposible que el fútbol fluya. Eso sí, sobra solidez con Carriço, Krychowiak, Pareja e Iborra y kilómetros con Coke, Vitolo o Aleix Vidal. Hay motor de sobra en un equipo áspero aún, pero incomodísimo para cualquiera. En Getafe no hubo noticias de su línea de mediapuntas ni de Álvaro Vázquez. Tal vez todos esperen a Pedro León, que podría tener ficha el próximo martes si así lo decide la Federación. En general, la actuación de los azulones sólo se puede calificar como decepcionante más allá del deseo de su presidente. Ángel Torres dijo hace días que la plantilla era "ilusionante".

La tarde terminó entre aplausos y cánticos en Sevilla, invicto aún a pesar de sus bajas en verano. Un equipo de piel dura al que cuando dé brillo a su juego puede que esperen buenos días. Un equipo en el que, en fin, aún no entra Deulofeu, que no entró por el ojo de Luis Enrique y al que Emery tampoco se lo va a poner fácil. Gerard se ha topado con un estajanovista.