ELECCIÓN DE LA SEDE DEL MUNDIAL

Australia también es investigada por un caso de corrupción

El jefe de la comisión de ética de la FIFA interrogó a Bonnie Mersiades sobre los métodos usados durante la campaña de 40 millones de dólares para albergar el Mundial 2022.

El escándalo por la adjudicación del Mundial de fútbol de 2022 a Qatar adquirió hoy una nueva dimensión después de que el diario australiano "The Sydney Morning Herald" divulgara que Australia, una de las candidatas para albergar ese torneo, está siendo investigada por el jefe de la comisión de ética de la FIFA.

El ex fiscal estadounidense Michael Garcia interrogó a la ex gerenta de asuntos corporativos de la Federación de Fútbol de Australia (FFA) Bonnie Mersiades sobre los métodos usados por su país durante la campaña de 40 millones de dólares para albergar el Mundial de 2022, indica el diario. Garcia también habló con el ex jefe de finanzas de la FFA Ian Lewis, quien, según el periódico, abandonó la federación en 2010 tras manifestar preocupación porque no le fue permitido supervisar la declaración de gastos, agrega la fuente.

La FFA no convocó a la policía australiana para investigar los resultados de una investigación realizada el año pasado que concluyó que el presuntamente corrupto miembro de la FIFA Jack Warner robó 462.000 dólares de fondos australianos que pidió para realizar mejoras en un estadio de Trinidad y Tobajo, indicó "The Sydney Morning Herald".

Garcia investigará también la conexión del comité organizador australiano con el miembro ejecutivo de la FIFA Reynald Temarii de Tahiti, suspendido por sospecha de corrupción en 2010 y que al igual que Warner está en el centro de acusaciones de soborno en la candidatura a favor de Qatar.

La FFA rechazó el informe y las acusaciones de soborno, aunque concedió un pago por 462.000 dólares. Sin embargo, asegura que el dinero fue utilizado para el proyecto "Centro de Excelencia" de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) y no entregado a Warner. El dinero fue transferido a la cuenta de la CONCACAF y hay pruebas de ello, agrega la FFA.

"LA FFA incluyó al gobierno australiano y a los responsables en el fútbol, incluido el Sr. García, y les transimitió en todos los momentos relevantes sobre estas operaciones", señala la Federación australiana en un comunicado. Ya en abril de 2013 la FFA había colaborado con la CONCACAF en la investigación sobre posibles violaciones de Warner. En ese momento se esclareció que el polémico funcionario había malversado los fondos.

Lo que no queda claro, es por qué a pesar de esta situación no se realizó una denuncia. Mersiades dijo al diario que cree que la federación no informó sobre el presunto robo de sus fondos debido a que quería ocultar la táctica de dar "donaciones para el desarrollo internacional" a miembros corruptos del fútbol internacional con el fin de obtener su voto.

"Las revelaciones (publicadas) en el 'Sunday Times' sobre la forma en que (el qatarí Mohamed) Bin Hammam (el sancionado ex candidato presidencial de la FIFA) usó hospitalidad, regalos, pagos y mejoras de los estadios para ganar respaldo tiene paralelismos con la forma en que Australia usó algunos de sus fondos durante su campaña" por la sede del Mundial, indicó Mersiades, según fue citada por el diario.

"Simplemente vean los fondos de la FFA que llegaron a la cuenta de Warner y que nunca fueron recuperados", añadió. La investigación fue realizada en 2013 por el comité de integridad de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF). Por su parte, un portavoz de la FFA dijo que el presunto robo por parte de Warner no fue reportado a la policía porque la organización australiana estaba esperando el resultado de la actual investigación de la FIFA antes de abordar el tema.

García quiere concluir la investigación sobre posibles delitos de corrupción en la adjudicación de los Mundiales de 2018 y 2022 antes del 9 de junio y presentar sus conclusiones al órgano de decisión de la Comisión de Ética de la FIFA poco después de finalizado el Mundial de Brasil. "El informe contendrá todas las potenciales evidencias vinculadas con el proceso de postulación, incluyendo las evidencias recopiladas en investigaciones anteriores", sostuvo García.

En tanto, varios de los países que fueron derrotados presionan cada vez con más fuerza sobre la FIFA para realizar una nueva elección de la sede del Mundial 2022. Pero también abarca a miembros del propio ente rector. El presidente de la Federación Inglesa de Fútbol (FA), Greg Dyke, abogó por repetir la elección de la sede del Mundial. "Algunas pruebas son bastante abrumadoras", dijo el lunes el dirigente a la cadena de televisión "Channel 4".

También la Federación holandesa de fútbol (KNVB) emitió un comunicado en el que se mostró abiertamente a favor de una nueva elección en caso de que se confirmen las denuncias. "La integridad de nuestras competencias y nuestros torneos de fútbol es de máxima importancia para nuestro deporte", señaló el comunicado. Pero incluso el diario "The Australian" había informado el lunes que la federación australiana considera presentar una nueva candidatura para 2022. "Es una situación grave, hay denuncias graves y queremos ver cuál es la respuesta", dijo el presidente de la federación australiana, David Gallop.

Por su parte, los organizadores de Qatar 2022 rechazaron el domingo las nuevas acusaciones de soborno y aseguraron que Bin Hammam no cumplió "ningún papel oficial o no oficial" en el proceso de solicitud. "Negamos todas las denuncias de mala conducta. Tomaremos las medidas necesarias para defender la integridad de la solicitud de Qatar", señalaron los organizadores en un comunicado.

Bonita Mersiades, quien era jefa de asuntos corporativos de la FFA durante el proceso de candidatura para el 2022, dijo a la Australian Broadcasting Corporation que la subvención de Australia a los órganos de fútbol en el extranjero también debía ser examinada. "Parte de la evidencia publicada en relación a Catar fue que parte del dinero se dio para proyectos de desarrollo. Nosotros dimos dinero para proyectos de desarrollo, le dimos 4 millones de dólares a la Confederación de Fútbol de Oceanía para el desarrollo de los deportes", dijo.

"Fue a través del Gobierno, de por sí no había nada de malo en los proyectos de desarrollo deportivo, pero la pregunta para Michael García fue: ¿hubo una votación ligada a ello? Si la respuesta es 'sí', entonces es muy difícil argumentar que esa actividad es muy diferente de lo que (Mohamed) bin Hammam alega haber estado haciendo", señaló. Bin Hammam, quien era presidente de la Federación de Fútbol de Asia cuando la Copa del Mundo fue otorgada a su país natal en el 2010, está en el centro de las últimas acusaciones, pero no se ha pronunciado públicamente sobre el asunto.

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