Final Copa | Barcelona - Real Madrid
Fusté: “Fue el partido más desagradable que he jugado”
"Fue tan vergonzoso que incluso lo censuraron en la tele y lo dulcificaron en el NODO. No se puede imaginar la cantidad de botellas que cayeron al campo".
¿Si le pregunto por la ‘Final de las Botellas’, qué es lo primero que le viene a la mente?
—Una sensación desagradable, es el partido más desagradable que jamás jugué.
—¿Ganarle al Madrid y en el Bernabéu es desagradable?
—A pesar de ganar la Copa, al Madrid y en el Bernabéu, el ambiente que hubo en las gradas fue denigrante. Además, el partido fue una birria.
—¿Cómo lo recuerda?
—Un partido malísimo y que ganamos con un gol del Madrid en propia puerta. Para un deportista, nunca es bonito ganar por un fallo del contrario. Los dos equipos jugamos un partido horroroso.
—Los del Madrid, además, aún se acuerdan del árbitro, ¿cómo estuvo?
—Rigo no tuvo ninguna culpa de la derrota del Madrid. El gol se lo hicieron ellos, no Rigo. Protestaron un penalti, pero no creo que fuera. Sadurní estuvo inmenso, lo mejor del partido sin duda. Lo que pasa es que el Madrid estaba muy acostumbrado a ganar y no es que aceptaran las derrotas de buen grado.
—¿Cómo recuerda a aquel Madrid?
—Un equipazo. Eran mejores que nosotros y los grandes favoritos para la final. Ellos nos ganaban siempre. Mandaban en el fútbol como manda el Barça en la última época. Nosotros nos limitábamos a ganarles de vez en cuando. Como el Madrid al Barça ahora.
—¿Me explica lo de las botellas?
—Fue tan vergonzoso que incluso lo censuraron en la tele y lo dulcificaron en el NODO. No se puede imaginar la cantidad de botellas que cayeron al campo. ¡De las de vidrio, eh! Un peligro para todos los que estábamos allí.
—¿Algún herido?
—Sólo uno, yo. Pero me enteré en la ducha. Cuando me duché, al sacarme el barro vi sangre en el agua. Tenía un corte y no me había enterado. No hubo más heridos de milagro.
—¿Subió a recoger la Copa?
—¿Con Franco en el palco? No, preferí quedarme con algunos en el centro del campo a resguardo de los peligros. Y no hablo sólo de las botellas.
—¿Qué sabe de Zunzunegui?
—Le perdí la pista. El otro día, con Amancio hablamos de él con cariño. Lo sentí por él.