Espanyol | Rafael Entrena

“En nuestra agenda no está que los culés entren en Cornellà”

Estrenamos sección con Rafael Entrena, portavoz del Espanyol y vicepresidente institucional, protocolo y comunicación. Sobre la mesa del restaurante Zarko, el derbi.

—A las puertas del derbi, ¿cómo marchan las relaciones institucionales con el Barça?

—Desde que entró la junta de Sandro Rosell, las relaciones tanto institucionales como personales han sido exquisitas dentro de la lógica rivalidad. Con respeto. Personalmente, felicité a Bartomeu cuando tomó posesión, y él me lo agradeció. El sábado haremos la comida de rigor, que suelen ser muy distendidas y cordiales.

—¿Hay probabilidad alguna de que la normalidad vuelva a la grada de Cornellà-El Prat y algún día accedan los culés?

—El origen son los incidentes muy graves ocurridos en Montjuïc, que llevaron incluso a un proceso penal contra algunos aficionados del Barcelona. Nosotros, lógicamente, haremos todo lo posible para que eso no se repita jamás. Pero es que, además, los Mossos d’Esquadra nos piden que sigamos en esa línea. El signo de la normalidad no es admitir aficionados, sino evitar incidentes. La seguridad del público debe estar por encima de todo lo demás. Ante el mínimo riesgo de que un aficionado del equipo rival pueda causar problemas de seguridad, es nuestra obligación evitarlo e Interior nos conmina a seguir en esa línea de trabajo.

—Es decir, que tal política puede mantenerse más años.

—La política del club es mantener eso. Preservar la seguridad es la prioridad absoluta. Está fuera de discusión porque no pueden volver a repetirse esos incidentes. El que quiera ver el derbi, que lo compre por televisión.

—Pero eso repercute en que a los pericos les ponen trabas para ir al Camp Nou...

—Desgraciadamente, veo difícil que cambie. Recuerdo con cierta añoranza cuando iba con mi padre y mis hermanos al fútbol y la afición rival estaba sentada al lado: no pasaba nada. Estaría encantado que eso sucediera, pero no podemos permitirnos ni un riesgo. En nuestra agenda, por tanto, no está cambiarlo y que los culés entren en Cornellà-

—¿Qué le pareció el cambio de presidencia del Barça? Parece que no solo en el Espanyol hay líos institucionales.

—No tengo la información suficiente para entender las razones de la dimisión de Sandro Rosell. No me parece ni razonable ni lógico, aunque le envié un mensaje de apoyo porque es buena persona y estará pasando momentos difíciles. Es muy importante comunicar bien y a tiempo, y errores de ese tipo te pueden llevar a tomar decisiones que no esperabas.

—¿Tiene que ver la comunicación, en este caso del Espanyol, con el desarraigo?

—Cuando el club gana una Copa, la satisfacción es máxima. Como soy ambicioso, entiendo la desilusión cuando no se consiguen éxitos deportivos, y la comparto. Pero en nuestra situación económica debemos buscar un equilibrio constante entre el rigor presupuestario y la ambición deportiva: eso limita las opciones de éxito deportivo. Aunque con cualquier plantilla hay que luchar por el máximo hasta el último minuto. Es normal que quieras algo más y nosotros haremos todo lo posible para que no tarde mucho en llegar ese día.

—Aguirre dijo el lunes que recortando es complicado ampliar las aspiraciones...

—Cada cual tiene la obligación de buscar la excelencia en su parcela. No es un debate, sino un diálogo inexorable con el objetivo de hacer este club más grande y que se mantenga en Primera por los tiempos de los tiempos. Es lógico que al entrenador le gustaría tener un presupuesto mayor para que así hubiera más opciones de éxito deportivo. Igual que a nosotros nos iría mejor bajar aun más el presupuesto para reducir la deuda. Es un diálogo.

—¿Qué se puede decir del futuro del entrenador?

—Que cuando acabe la temporada, se sentarán él y los responsables del ámbito deportivo, y negociarán. Estamos muy satisfechos con el trabajo de Aguirre, pues quedan ocho jornadas y estamos salvados. Pero queda hacer balance y ver qué quiere el entrenador y qué queremos nosotros.

—¿Y de Kiko Casilla? ¿Hay alguna opción de renegociar el 50 por ciento que posee el Real Madrid?

—Es uno de los grandes porteros de Europa, de buen presente y mejor futuro. Pero tenemos que preservar los intereses económicos del club y, si decidiera marcharse, deberíamos asegurarnos una rentabilidad económica y la opción de fichar a un buen portero. Se mantuvieron negociaciones, se habló con el Real Madrid y se intentó un acuerdo, pero no fructificó.

—¿Le gusta la presencia del Espanyol en los medios?

—Celebramos que vayan apareciendo nuevos espacios en diferentes medios. Lo que sí reclamo, en medios de ámbito nacional y sobre todo públicos, que se sea consciente de que en Cataluña no hay solo un club deportivo. Habría que ser más sensible tanto en el espacio como en el contenido a que hay un gran colectivo de catalanes que son del Espanyol. Es una realidad muy potente que no se puede ignorar.

—¿Sabe que algún sector quiere ir con banderas catalanas o españolas al derbi?

—Vivimos unos momentos políticos convulsos y hay un peligro de polarización de la sociedad. Todos deberíamos hacer un esfuerzo para que el deporte fuera un ámbito estanco a esa polémica y crispación. Somos un club de fútbol, ni más ni menos, transversales y con cabida para todo el mundo.

—¿Qué le parece para el club el lema ‘Maravillosa Minoría’, que el publicista César García acuñó en un reportaje de AS?

—Me gusta y me atrae. Estamos en conversaciones con ese publicista, incluso antes del reportaje. Toda colaboración entre buenos profesionales pericos es deseable. Tenemos la máxima esperanza en que fructifique por una mejor proyección del Espanyol.

—¿Han realizado algún acercamiento con la oposición?

—Hay que buscar puntos de encuentro. Me parece legítimo que se erijan en alternativa, pero entre todos debemos unirnos por el bien del Espanyol.

—¿Conoce al nuevo miembro de Genética Perica, José María Fuster-Fabra, verdad?

—Es un buen amigo mío, un perico de pro, un excelente profesional y una persona muy divertida.

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