Jean Marc Bosman , el futbolista belga que revolucionó el fútbol europeo con la sentencia que declaraba ilegal el cupo de extranjeros en los clubes de los países de la Unión Europea, podría dar con sus huesos en la cárcel. Según informa elconfidencial.com , Bosman está a la espera de una sentencia sobre un episodio de violencia de género que podría llevarle a prisión.
Aquella sentencia del 15 de diciembre de 1995 abría las puertas del fútbol europeo a muchísimos futbolistas, pero acababa con la carrera deportiva de Bosman. Denunció a su club (RFC Liège), a la UEFA y a la Federación Belga (por impedir su pase al Dunkerque francés por negarse este a pagar una indemnización) acusándolos de no respetar el Tratado de Roma , prohibiendo la libre de circulación de jugadores como unos trabajadores más dela UE. Ganó el juicio, pero cayó en el olvido. Ningún equipo se interesó por sus servicios y el belga cayó en el alcoholismo y en depresiones. Sus problemas con la bebida, como recuerda elconfidencial.com, le obligaron a vender propiedades (casas, coches) y llevó a su mujer a pedirle el divorcio, a la que incluso llegó a agredir. Fue condenado a un año de prisión que conmutó por la abstinencia y una terapia. Pero volvió a los brazos de la botella y esto ha hecho que se reabra el caso y en los próximos días se conocerá la condena que deberá cumplir.
El propio Bosman recuerda cómo fue el camino que le llevó de ser una de las promesas del fútbol belga a estar cerca de la cárcel: "La verdad es que todo ha sido muy duro para mí. Perdí dinero y la oportunidad de continuar mi carrera de manera adecuada, cuando aún era joven y tenía condiciones", comentaba en una reciente entrevista que requirió de autorización judicial. "Nunca me arrepentiré. Yo entendía las consecuencias que tendría esto, pero sabía que estaba luchando por mis derechos y los de miles de futbolista", añade Bosman para cerrar con un guiño a la esperanza: "Lo pagué muy caro. Lo he pagado, en todo sentido, pero nunca pierdo la esperanza de mejorar".
En los próximos días podría comenzar una nueva vida. Una vida que le llevó del fútbol a los tribunales y de ahí a la penuria: "Yo nunca obtuve grandes sumas de dinero. De hecho, estoy sin trabajo y vivo con el apoyo de la ciudad", comenta el futbolista al que el FIFPro hará un homenaje en 2015 celebrando los 20 años de la libre circulación de jugadores: "Es un reconocimiento que reconforta, que necesito". Y puede que ese homenaje lo tenga que ver desde una celda.