BARCELONA | JORDI CASES
"Freixa no firma que no habrá represalias; la querella sigue"
El opositor Cases, que emprendió acciones contra Rosell, quiere por escrito garantías de que el club no actuará contra él después de retirar la querella contra el expresidente.
Cases considera que tiene que haber un pacto entre las partes y si este no se produce, "que decida la justicia".
El abogado de Cases, Felipe Izquierdo, negó que fueran ellos quienes filtraron a la prensa el contrato de Neymar, extremo este que podría desencadenar una demanda por parte del Barcelona. Izquierdo contó que viajó a Madrid para hablar con el juez Pablo Ruz, de la Audiencia Nacional, que instruye el caso: “Tardó mucho en recibirme y después de esperar y enfrentarme con el secretario, que también es del Madrid, el ‘Gürtel’ me dijo: ‘Pase p’a dentro’. Me dijo que si estaba insinuando que las filtraciones salían de ese juzgado. Le dije que no. Me imagino que si lo teníamos las tres partes, la cosa vendría del Barça”.
Izquierdo puntualizó que "para Rosell será peor que sigamos. No entendemos el cambio de estrategia del Barça". El sábado, el abogado había tenido una conversación con Jordi Cardoner, vicepresidente del área social, quien adquirió el compromiso de no demandar por daños y perjuicios si se retiraba la querella contra Rosell. Quedaron el domingo para firmar y Freixa anuló la cita aduciendo que debía acudir a la comida de directivos con el Málaga. Hoy, mientras Bartomeu repetía los argumentos de Cardoner, Freixa mandó un mensaje al abogado de Cases desautorizando al presidente, diciéndole que no firmaría el acuerdo y que se pusiera en contacto con los abogados de Rosell, pues la querella fue interpuesta contra él.
Cases negó que Joan Laporta o cualquier otro candidato a la presidencia del club en el pasado estuviese detrás de la querella. También puso en duda que el caso Neymar fuese la razón única para la marcha de Rosell: “Tiene que haber algo más que la querella por Neymar. Solo por eso no se dimite”. Cases calificó de “intolerables” las amenazas recibidas por Rosell y precisó: “Ahora ha quedado claro dónde han ido los 40 millones que figuran como parte del traspaso”. Confesó tener “la conciencia tranquila” y estar “sobrepasado” por el caso.