"Me pidieron jugar con la selección de Cabo Verde"

Cuéntenos que ha hecho durante sus vacaciones.

—Estuve una semanita en Argentina con la familia que tengo ahí. Me llamaron para jugar un partido amistoso a beneficio de la Fundación de ‘Pupi (Zanetti) y Maxi Rodríguez. Siempre que me llaman trato de decir ¡presente! Para mi es fundamental poder ayudar, con mi presencia, a gente que lo necesita. Esta Fundación hace dos partidos por año, uno en Rosario donde juega Maxi, en Newell’s Old Boys y otro en Buenos Aires donde vive Pupi Zanetti. Se trata de ayudar a niños que lo necesitan. Merece la pena. Las entradas cuestan poco. Además de los mencionados, había grandes jugadores como Ansaldi, Banega, Leo Ponzio, Ortega (el Burrito que jugó en el Valencia), Gabi Milito…

—Tissone lleva unos cuantos años fuera de Argentina.

—Por unas cosas o por otras nunca he jugado en el fútbol argentino. Me fui a los 16 años (a vivir a Madrid con su familia y de ahí fichó por el Udinese).

—Tiene tres nacionalidades: argentina, italiana y de… Cabo Verde.

—Tengo la nacionalidad de Cabo Verde por mi madre. Mi abuelo nació en este país y en 1923 se fue para Argentina. Era cocinero de barcos. Tengo la posibilidad de tener el pasaporte caboverdiano y si lo pido, en pocos meses me sale.

—Podría ser internacional con Cabo Verde.

—Ya me lo han pedido. Cuando tenía 21 años fui de vacaciones a la isla de San Vicente (en Cabo Verde) donde nació mi abuelo. Entonces vino a verme el presidente de la Federación de este país y me dijo si estaría interesado en jugar con su selección. En ese momento les dije que no. Y lo sigo diciendo porque me siento argentino al cien por ciento. También tengo la posibilidad de jugar con Italia. El año pasado otra vez me vinieron a ver los de Cabo Verde en un Mallorca-Levante. Hablaron conmigo y con Michael Pereira (hoy jugador del Granada). Tenemos una buena relación con Eduardo Almeida que ahora es vicepresidente de esta Federación y ellos saben que, aunque yo tengo mucho cariño por Cabo Verde les he dicho que no como hice con la Sub-21 de Italia cuando tenía 21 años.

—¿Qué tal le va por Málaga?

—Mi balance es positivo. Estoy jugando todos los partidos. El equipo está teniendo un rendimiento, como quien dice no el más adecuado para nuestro potencial. Podríamos dar un poco más. Sabíamos que íbamos a encontrar dificultades con una plantilla y un entrenador nuevos con respecto al del año pasado. Empezamos jugando muy bien, pero tuvimos nuestros partidos malos y estamos encontrando nuestra identidad de juego. Si seguimos jugando de esta manera, podemos terminar la Liga de una forma tranquila.

—Muchos veían en usted al heredero de Toulalan.

—Es normal que me comparen porque llego en el puesto donde él jugaba el año pasado. Me ha pasado en todos los equipos donde he llegado como nuevo jugador. Siempre te comparan con el que se va. Para mi no es problema que me comparen con grandes futbolistas. Yo doy el máximo haciendo el trabajo que me pide el entrenador. Yo no voy a ser Toulalan ni Juan Sebastián Verón con quienes me han comparado en el pasado. Yo seré siempre Tissone.

—¿Cuántos balones recupera y cuántos kilómetros corre en un partido?

—Fabio Celestini, el segundo entrenador, nos da las estadísticas de cada partido. Yo corro alrededor de once o 12 kilómetros por partido y recupero alrededor de diez balones, aunque esto último no siempre es exacto. Depende de cada partido.

—¿Se siente valorado?

—La gente me ha demostrado mucho cariño desde los primeros partidos. Saben que soy un jugador muy trabajador que trata de dar lo mejor para el equipo. Esa es mi identidad.

—¿Le afectan las críticas?

—No me afectan. Las críticas hay que tomarlas de manera constructiva. Un jugador hace uno o dos partidos y ya le comparan con el mejor del mundo y no debe creerse eso. Llevo jugando al fútbol desde hace diez años y sé cuando hago las cosas bien y cuando no.

—¿Es más dura la prensa italiana o la española?

—Es igual en todas partes, pero todo el mundo sabe que lo que vende es lo negativo.

—¿Y en lo personal?

—Genial. Me quedaría a vivir en Málaga toda la vida. Mi familia está muy contenta.

—Su hermano Cristian también es futbolista.

—Es un buen jugador. Lamentablemente está sin equipo. Se está entrenando con el Atlético Malagueño. Salva Ballesta, su entrenador, le está demostrando un gran cariño y le hace entrenarse de la mejor manera. Pero el club no le hace ficha porque tiene más edad de lo que es su filosofía, 25 años. Es centrocampista defensivo defensa central, muy agresivo con personalidad. Mide 1,87, un físico imperial, muy bueno por arriba. Ascendió con el Olot a Segunda B.

—¿Cómo es Schuster?

—Tiene muchísima experiencia. Como jugador lo ganó todo. Sobre todo los centrocampistas y los delanteros estamos agradecidísimos de tener un entrenador como él porque te ayuda hasta en los mínimos detalles que cuando te lo dice él, que fue un gran entrenador, los asimilas más rápidamente. Todo el mundo piensa que es una persona seria y un poco amarga, y no es así. Le gusta bromear y divertirse y te hace trabajar de una manera bastante relajada.

—Lo que fortalece a un grupo es saber levantarse de las caídas.

—Lo demostramos tras perder en casa por 0-5 con el Celta. Es un grupo con muchas ganas y un corazón grande. Se merece que nos respeten y nos quieran de la manera correcta.

—Willy Caballero siempre es toda una garantía de seguridad.

—Tenemos a uno de los mejores porteros de la Liga. Ha ganado premios. Es una garantía. Da la tranquilidad necesaria para ir a ganar todos los partidos.

—¿Y Roque Santa Cruz?

—Ha jugado tres mundiales y lo ha ganado todo. Y demuestra que se puede ser humilde y trabajador. En los últimos partidos no ha jugado y se entrena como todos con la máxima intensidad. Y siempre, ayudando al compañero cuando le ve un poco decaído. Eso ayuda a que seamos un mejor grupo.

—¿Que le parece el fichaje de Pablo Pérez?

—Es un jugador con calidad que tiene bastante trabajo. Nos puede ayudar.