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LAS PALMÁS 1 - ALMERÍA 3

El Almería acaricia los octavos en apenas 25 minutos de partido

El equipo andaluz despejó su camino hacia la siguiente ronda con dos goles de Óscar Díaz y uno de Vidal. Nauzet Alemán marcó para los locales.

Las Palmas de Gran CanariaActualizado a
El Almería acaricia los octavos en apenas 25 minutos de partido

Las Palmas y Almería salieron sin asumir riesgos en un partido con muchos goles, pero aburrido hasta la médula. Incluso para los seguidores del conjunto vencedor. Óscar Díaz y Aleix Vidal le quitaron la poca emoción que estaba ofreciendo el choque con tres goles en 25 minutos.

La expulsión de Cristian en la segunda parte tampoco dio demasiadas alas a los de Lobera, aunque un gol de Nauzet de falta directa encendió la luz al final del tunel. Luego fue expulsado, para enfado de los pocos hinchas que permanecían en el estadio. El partido de esta tarde demostró que el fútbol es algo más que goles.

Con pocas ideas, lentos, planos, con un fútbol demasiado horizontal e imprecisos. Así saltaron ambos conjuntos al césped del Gran Canaria. Sólo los errores en la defensa de Las Palmas permitieron que el Almería sentenciara en menos de media hora.

Errores infantiles, impropios de profesionales, permitieron a los atacantes almerienses, sorprendidos por gozar de tales oportunidades, golear la meta amarilla. Primero Óscar Díaz, que controló con el pecho y batió a Barbosa mientras la defensa miraba si el meta haría algún milagro. El segundo, una internada de Aleix Vidal que perforó la red tras llevarse a los dos centrales. Y el tercero, en el que el undécimo fallo permitió a Azeez meterse en el área para luego ser derribado por Hernán: el gol fue de Óscar Díaz de penalti.

Con la goleada del derbi en el Heliodoro y otros tres tantos encajados en casa, los pitidos empezaban a resonar en el casi vacío estadio capitalino.

En el segundo tiempo, el Almería no quiso hacer mucho más daño. Las Palmas se creció un poco, a ratos, con la expulsión de Cristian. Nauzet aprovechó una falta directa para maquillar el resultado. Parecía que los amarillos tirarían de casta para meterle el miedo en el cuerpo a los rivales y recortar distancias, pero nada de nada, un espejismo que duró dos minutos. El Almería controló el partido mientras pasaba el tiempo, hasta que el árbitro pitara el final. Trámite para el Almería ante un Las Palmas sin alma.