El meta Belenov fue un amigo del Valencia en Krasnodar

En Krasnodar, al sur de Rusia, el Valencia tiene un amigo. Se apellida Belenov y de profesión, portero. Por sus errores perdió el Kuban, por ellos ganó el Valencia. De bulto, y también un poco de mala suerte, el que cometió en la acción que abrió la lata rusa. Belenov salió de su área para despejar con el pie y sin embargo lo que hizo fue dejar en bandeja el balón a Paco Alcácer. ¡Y de cabeza! Inexplicable. Lógicamente y a puerta vacía no perdonó el delantero ché. Ocho minutos después, Feghouli sacó una falta desde la frontal y Belenov la dejó pasar.

El Valencia se llevó una victoria fría como la tarde en Krasnodar, aunque importante de cara a sus aspiraciones en la Europa League. El triunfo le permite encontrar el rumbo en la competición europea, que comenzó con el pie torcido con un 0-3 ante el Swansea en Mestalla. Desde ese día, en el que la afición ché increpó a los suyos, cuatro victorias consecutivas. Se suele decir que un capón a tiempo…

Alcácer, que por la mañana en el hotel de concentración se llevó el ‘palo’ de la suplencia y que empieza a pensar que en enero su sitio quizás sea otro, fue curiosamente el jugador que abrió el marcador. Miroslav Djukic, en una decisión cuanto menos llamativa, apostó por jugar con Pablo Piatti de ‘9’ en lugar que hacerlo con Alcácer. Ni Postiga ni Jonas ni Pabón y, sin embargo, como delantero centro, un futbolista defenestrado hasta hace dos días (fue descartado para ir a la gira por Estados Unidos, le quitaron el dorsal ‘11’ sin previo aviso para dárselo a Pabón y le entregaron a él el ‘2’ y lo último que se ha sabido es que le van a bajar el sueldo porque sí).

Ninguna culpa tiene Piatti de la decisión de Djukic. De hecho, hasta que le sustituyeron, fue el único que había disparado con intención entre los tres palos (Ricardo Costa también lo hizo aunque en su caso de rebote a la salida de un córner). Pero, cosas del fútbol, fue salir Alcácer y en cinco minutos protagonizó un remate de cabeza que se marchó alto y estuvo donde tenía que estar para empujar el balón al fondo de la red. Fue marcar y girar la cabeza hacia el banquillo.

Al Valencia ese gol le hizo padre. Suyo fue el dominio absoluto del encuentro, aunque mucho toque en el centro del campo y poco que llevarse a la boca en los metros finales. El equipo estuvo atascado. Al menos hasta que salió Fede, otro chaval que da pasos agigantados en cuanto a relevancia para este Valencia. Tampoco el Kuban Krasnodar inquietó a Guaita. Alguna aparición de Cissé a lo viejo rockero y un remate de cabeza de Melgarejo que se marchó por poco. Eso sí, si Belenov es un amigo del Valencia que tiene infiltrado en Rusia… el árbitro del encuentro no es tampoco enemigo ché. Tres acciones polémicas en el área de Guaita y en todas ellas miró hacia otro lado.

A Djukic, todo sea dicho, le fue bien la tarde. Por la victoria y porque ganó para la causa a algún que otro jugador, como a Feghouli. El argelino, sin alardes en su juego, sí logró un gol de saque de falta directo que le debería ayudar para encontrar un rumbo perdido desde hace meses. Silbado por Mestalla en el partido contra el Rayo, en Krasnodar podría haber visto algo de luz en el túnel. Y si de algo no va sobrado Djukic es de efectivos. Quizás solo por ahí, volviendo a los otros nombres propios, se entienda que el técnico apostará por Pablo Piatti y no por Alcácer de titular.