COPA CONFEDERACIONES

Brasil deja muchas dudas para el Mundial del año que viene

La indemnización que Brasil debería pagar a la FIFA si renuncia a organizar el Mundial a un año vista del evento sería su mayor deuda externa.

Reuters

La FIFA tiene la mosca detrás de la oreja. No le gusta un pelo que la Copa Confederaciones haya servido de escaparate para las revueltas en Brasil. Y va a someter a examen al país en los próximos meses. Se va a estudiar con detalle la evolución del conflicto social antes de tomar decisiones drásticas. La indemnización que Brasil debería pagar a la FIFA si renuncia a organizar el Mundial a un año vista del evento sería su mayor deuda externa.

Mientras tanto, la presidenta Dilma Rousseff, ha anunciado que dedicará el ciento por ciento de los futuros sobre el petróleo "a proyectos sociales en educación y sanidad", pero a la vez ha anticipado que no consentirá "que las revueltas generen el caos. Una cosa son las manifestaciones pacíficas y ordenadas y otra la violencia y el vale todo. Eso no lo vamos a consentir". Es un aviso después de que varios medios hayan publicado que la FIFA tiene un Plan B para el caso de que la protestas vayan a más y afecten a las semifinales de la Confecup. Según estas fuentes, la FIFA podría llevarse estos partidos a Estados Unidos.

Las autoridades brasileñas negocian bajo cuerda con los líderes de las revueltas mientras que sus servicios secretos controlan las redes sociales. El objetivo, que a la final del día 30 en Maracaná no lleguen los ecos del descontento social.

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