El uno a uno: brillantes De Gea, Sarabia, Thiago e Isco

Lopetegui introdujo hasta siete cambios en el once ante Holanda, pero mantuvo en el once a cuatro piezas clave de la columna vertebral: De Gea, Íñigo, Thiago e Isco. Con eso le bastó para tener el mando en la primera parte. Con Ignacio Camacho de pivote defensivo, el sistema varió entre el 4-2-3-1 y el 4-1-4-1 dependiendo de la posición que ocupaba Thiago. Luego, con los cambios, España se volvió algo más invertebrada pero tenía muchos espacios y creó ocasiones de gol. Los menos habituales rindieron a satisfacción y, como siempre, el 1-0 lo volvió a hacer Morata, aunque esta vez el 95 por ciento del gol se lo debe a Sarabia, uno de los que completaron una gran actuación porque también le dio el tercero a Álvaro.

De Gea. Tres partidos jugados, cero goles en contra. Hizo la parada del torneo hasta ahora. Aguantó un mano a mano a bocajarro con Van den Hoorn, se mantuvo en pie y sacó la pelota con la pierna derecha. Una parada de portero de Absoluta, lo que será en pocas fechas. De nuevo, muy seguro por arriba y con buena vista para tocar con la yema de los dedos una falta directa botada por Depay que terminó en el larguero. Y le volvió parar a Depay un remate a bocajarro en el 89’.

Carvajal. Algo cohibido en sus subidas, como si le faltase algo de confianza. Tiene maneras y mucho criterio en ataque. En cuanto se le pase el exceso de responsabilidad, va a romper a jugar. Se le adivinan muchas condiciones. No tuvo ningún problema en su banda. Contuvo muy bien a Fer y Depay.

Álvaro. Sin ritmo al principio, fue calentando y acabó dominando con autoridad su duelo con Hoesen. No se complicó para sacar el balón. Ningún error durante todo el partido. Solvente.

Íñigo Martínez. Librando a Álvaro, que iba a más al hombre a por Hoesen. Seguro y creciendo con el campeonato. Y midiendo sus entradas para no tener problemas de tarjetas.

Nacho. Tuvo ciertos problemas con Jozefzoom, vertical y rapidísimo, en la primera parte. Era el elemento más peligroso de los holandeses, pero equilibró el duelo se faja bien y compite.

Camacho. Con Thiago más descolgado en ataque, fue el ancla defensiva de la selección. Muy experto para la categría, sabe cuándo hacer la falta y qué tiempo necesita el partido. Conoce las limitaciones y juega para los demás. Lástima de lesión, hubo de irse en el minuto 53. Le sustituyó Illarramendi.

Thiago Creciendo. Camacho le quitó cierto trabajo defensivo y en ocasiones casi se metía de mediapunta. Jugó cómodo, en capitán. Y en la segunda parte se marcó un repertorio de pases espectacular. Elegido Man of the Match. Pero tiene más, y hay que pedírselo.

Isco. Fabuloso su gol, con un control orientado con la derecha y pausa en la definición, picando suave con la izquierda. Se dosificó, sabe que lo más importante está por llegar

Muniain. Intentó rencontrarse y dio la asistencia del segundo gol. Falló en algunos controles pero le puso voluntad, se movió al espacio y le dio dinamismo a la selección. Le sigue faltando ese punto de magia que le convertía en diablo. Puede que su momento de gloria esté por llegar.

Sarabia. Clarividente. Es un jugador frío, tanto que esperó más que toda la grada para regalarle el gol a Morata. Metió buenos balones al espacio y cerró el partido con otro pase de gol a Álvaro Vázquez. Mucho criterio.

Morata. Además del gol, regalado por Sarabia, demostró que ha llegado en un momento excelente de forma a la Eurocopa. Está muy fuerte, aguanta a los centrales, se mide en carrera y pide el balón. Le faltó brillantez y toque en un par de jugadas pero da la sensación de que también tendrá eso en cuanto lo pula. Con ese físico puede llegar a cualquier lado.

Illarramendi. Entró por Ignacio Camacho y vio demasiado pronto una tarjeta amarilla. Eso no le impidió dar un balón a Álvaro, acercarse al gol en una gran volea que le sacaron bajo los palos y dominar el partido desde el medio. Otra de las confirmaciones definitivas del campeonato. Queda claro que lo de la Real no era casual.

Álvaro Vázquez. Otro jugador con unas condiciones bárbaras. Se notó su entrada, que desplazó Morata a la izquierda. Bizot le salvó un gol cantado y luego se hizo un lío en otro mano a mano después de un gran pase de Thiago. Buenos minutos, pero él mismo debe exigirse el gol que marcó, finalmente, tras buen pase de Sarabia. Móvil, jugador que entra por los ojos.

Muniesa. Con su aparición, Lopetegui ya ha hecho jugar a todos los de campo. Buen detalle. Entró por Thiago y jugó de mediocentro, lejos de su posición habitual porque Lopetegui no quería tocar la línea defensiva. Cumplió en el cuarto de hora que le dieron.