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BORUSSIA DORTMUND-REAL MADRID

El Borussia agota las entradas para el Madrid entre el caos

El club anuncia en twitter que ya no hay billetes. Más de mil personas acamparon durante la noche pero hubo errores en el sistema informático, nervios y caos generalizado.

dortmund
La afición del Borussia hizo colas en el estadio.
INA FASSBENDERREUTERS

Dortmund, una ordenada ciudad de 500.000 habitantes, sumida en el caos por la visita del Madrid. Al Borussia, que vuelve a una semifinal de la Champions 15 años después (perdieron la del 97-98 ante el Madrid, el año de La Séptima) se le fue de las manos la venta de localidades para el partido del día 24. Después de que el lunes se agotaran en pocos minutos las 53.000 entradas para los socios abonados, ayer tocaba el turno de la apertura de las taquillas para el resto del público: quedaban 12.529 para completar el aforo total.
Las largas colas, la aglomeración de gente acampada en la noche buscando su entrada y el alcohol ingerido para combatir el frío terminaron en fuertes disturbios. Y eso que el Borussia, viéndolas venir, había mandado a su capitán Sebastian Kehl a visitar varios fan-shops (tiendas para los fans) en la noche del lunes para dar las gracias a la afición y calmar los ánimos. “Hasta 100 agentes tuvieron que intervenir en varios puntos calientes durante la noche”, informó Wolfwang Wieland, jefe de la Policía local. Pero la situación no se calmó tras la apertura de las taquillas a las 8:43 horas de ayer. Más bien empeoró después de que se cayera un par de veces el sistema informático. Los hinchas se pelearon entre ellos mismos, sin que finalmente se registraran heridos de gravedad por la propia actuación policial.

Los aficionados del Dortmund podían comprar sus entradas a través de cuatro conductos. En la taquilla oficial cercana al estadio, por Internet, por teléfono y a través de los fan-shops. Estos últimos fueron el problema real. Repartieron miles de cartulinas amarillas con el nombre del fan en cuestión escrito a bolígrafo asegurando que por cada una de ellas se podrían adquirir dos localidades. En total, unos 3.000 fans se agolparon tarjeta en mano, durante la madrugada del lunes al martes, esperando para recoger su tesoro. Y ahí fue donde se produjeron los disturbios. Luego se supo que muchos de los que estaban agolpados en las largas colas habían cobrado cerca de 200 euros por hacer de recaderos de los reventas. Marcel Bretscheider, un joven de 23 años, se hizo con la primera entrada (llevaba acampado desde las cuatro de la tarde del domingo). Pero a los 10 minutos de dispensa el sistema informático dijo basta, incapaz de cuadrar cuántas entradas quedan desde los cuatro cauces habilitados. A las 9:30 horas volvieron a ponerse a la venta. Y a las 11:00, casi 15.000 entradas se habían esfumado. Y vuelta al caos, y más aún cuando los aficionados, todavía haciendo cola, podían ver en sus móviles cómo ya estaban vendiendo entradas en Ebay y otras páginas de Internet.
El director general del Borussia, Hans-Jochim Watzke, tuvo que salir a pedir perdón. “Hemos subestimado el poder de convocatoria de nuestro equipo. Aprenderemos de cara al futuro. No se pondrán nunca más a la venta entradas libres”, dijo en referencia a las famosas papeletas amarillas. “Y además intentaremos luchar contra el mercado negro en el futuro”. AS fue testigo de cómo a las 14:00 horas centenares de aficionados aún esperaban con su tarjeta en la mano a las puertas de varios fan-shops intentando el imposible. Los más concurridos eran los del Mercado Viejo y el de la Galería Thier. En el primero, un chico que se identifica como Jörg nos ofrece vendernos una de las dos que le corresponde por… ¡500 euros!
La reventa llegará a los tres dígitos, seguro. El panorama era desolador pero más calmado. Un fan, subido a una escalera, intentaba poner orden megáfono en mano, con medio cuerpo sobresaliendo entre pequeños grupos de gente sentados en sillas de camping rodeados de botes, latas y desperdicios de comida. Otros hinchas, exhaustos, se habían vencido al sueño en cualquier parte de la vía. Y a esa hora, con cuentagotas, seguían entrando aficionados a las tiendas (el club había dejado un pequeño reducto de entradas para los que se resistían a abandonar el lugar sin ellas).

El Borussia calcula que en total ha recibido más de 500.000 peticiones de entradas (ante el Málaga la cifra se quedó en 180.000). El precio de las mismas, ya agotadas por completo, oscilaba entre los 45 euros y los 175. Para el partido ante el Madrid en la fase de grupos costaron entre 50 y 70 euros.