Rusia | La intrahistoria
Kadyrov: el 'rebelde' que juntó a leyendas del fútbol
Quería que fuera un acontecimiento por todo lo alto. Y lo consiguió. El presidente de la república chechena Ramzan Kadyrov (Tsentoroy, Rusia, 1976) se rodeó de varios de los mejores jugadores de la historia para inaugurar el nuevo estadio del Terek Grozni, club que también preside. Maradona, Figo, Baresi, Francescoli, Barthez o Papin fueron algunos de los que aceptaron la oferta por jugar contra una selección de los mejores chechenos de siempre.
La región se volcó y poco importaron los dudosos fondos de financiación con los que se ha levantado el recinto. En eso consiste la política de este antiguo miliciano checheno. Contentar al pueblo, agasajarlo, para que no proteste demasiado. Así, hace poco llevó a Grozni a algunas de las más rutilantes estrellas de Hollywood para que inauguraran la opulenta zona de hoteles y rascacielos de la ciudad. "El dinero me lo manda Alá", dijo entonces, mientras los fuegos artificiales alumbraban el esqueleto de lo que será su flamante palacio.
A Kadyrov se le acusa de violar con demasiada facilidad los derechos humanos. Hay quien dice que comanda personalmente un ejercito de unos 3.000 agentes, los kadyrovski, que aplican la ley y acallann las críticas con la severidad que sea necesaria. El pasado de Ramzan está ligado a los grupos rebeldes chechenos. Sin embargo, fue el propio Putin el que le designó en el cargo cuando cumplió 30 años en otro claro intento de unión entre él y la familia Kadyrov. Los islamistas chechenos han intentado asesinarle por ello, pero se mantiene en el cargo y en el palco del Terek como quien manipula un juguete.