"Comenzar con una victoria es mejor psicológicamente"

Javier Paredes, capitán del Real Zaragoza, piensa que comenzar la Liga con una victoria es "mejor en el aspecto psicológico" y también para la afición, porque empezaría a creer en las posibilidades del equipo. "Es cierto que es mejor empezar con un triunfo por el aspecto psicológico, porque la derrota ante el Real Madrid (0-6) la pasada temporada fue un golpe duro, aunque el equipo reaccionó hasta el primer cuarto (de la campaña)", ha recordado en su comparecencia en la Ciudad Deportiva antes de comenzar el entrenamiento a puerta cerrada.

Paredes ha destacado que el inicio de una nueva temporada "conlleva nuevos retos, objetivos e ilusiones" y también que el club ha conseguido mantener una línea de continuidad que se marcó "en el último tramo y que se ha mantenido en el verano que hacer pensar y creer que podemos seguir en ella".

Al respecto de los objetivos que se marcan para la nueva temporada, el capitán del Zaragoza ha indicado que lo que les transmite Manolo Jiménez es que "no hay objetivos, es ir partido a partido y luego la clasificación dirá a lo que puede aspirar el equipo". El jugador asturiano, el más veterano de la plantilla, con seis temporadas en la entidad, espera que se mantenga el apoyo de la afición y sea una "continuidad de lo que se vio la temporada pasada porque ya dije que se había conseguido unir al zaragocismo y desde el club se ha intentado que la llama no se extinguiese".

Al respecto de los elementos que faltan para completar la plantilla ha manifestado que en estos momentos lo que faltan son "matices y lo que necesita es bastante escaso viendo lo que había al inicio de pretemporada", además cree que llegan en "un momento de forma óptimo y bueno". Del partido ante el Valladolid ha señalado que la preparación específica lo harán en estos dos últimos entrenamientos pero en general lo que deben hacer "es mantener la identidad de un equipo aguerrido".

El jugar a las 23:00 horas, en el que será el último partido de la primera jornada, lo ha calificado como "un ataque contra todo tipo de afición y entiendo que no vengan los aficionados y además habrá pocos niños y eso es lo que protesta todo el mundo. Si fuese aficionado a lo mejor no vendría".