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RUSIA 3 - ITALIA 0

Más madera al fuego italiano

La 'Azzurra' se ve sorprendida por una Rusia demoledora en ataque. Kerzhakov y Shirokov, por partida doble, dejaron más tocada a Italia antes del debut en la Eurocopa ante España.

WB104 ZÚRICH (SUIZA), 1/6/2012.- El internacional italiano Mario Balotelli (i) lucha por el balón con el ruso Denis Glushakov durante el partido amistoso Italia-Rusia disputado en Zúrich, Suiza, hoy, viernes 1 de junio de 2012. EFE/Walter Bieri
WB104 ZÚRICH (SUIZA), 1/6/2012.- El internacional italiano Mario Balotelli (i) lucha por el balón con el ruso Denis Glushakov durante el partido amistoso Italia-Rusia disputado en Zúrich, Suiza, hoy, viernes 1 de junio de 2012. EFE/Walter BieriWALTER BIERIEFE

Si Italia vivía momentos tensos fuera de los terrenos de juego, ahora se suman los problemas que realmente importan, los deportivos. Infectado o no por el ambiente enrarecido de los últimos días, lo cierto es que Italia se presenta ala Eurocopa con síntomas de desorientación. En su único amistoso antes del debut contra España, los de Prandelli salieron goleados contra una Rusia que asusta por su compenetración. En Zürich mostraron su defensa más férrea y su contragolpe más efectivo ante una Italia con buenas intenciones, las que promovía Pirlo, pero dócil a la hora de golpear. Italianos y rusos brindaron un partido emocionante hasta la mitad del segundo tiempo, momento en el que los de Advocaat se subieron a la chepa de su rival para endosarles tres goles. Kerzhakov y Shirokov se encargaron de echar más leña al incendio italiano.

El caos y la ansiedad que aturde a Italia en estos últimos días por culpa del escándalo de las apuestas hicieron que el único encuentro amistoso de los transalpinos antes dela Eurocopafuera recibido con los brazos abiertos. 90 minutos de terapia para olvidar el inoportuno caso y sobre todo para calibrar las fuerzas de uno de los rivales de España en el grupo C dela Eurocopa.

Enfrente otra selección presente en el máximo torneo continental de selecciones: Rusia. Tras su ‘baja’ del Mundial, los de Advocaat regresan a una gran competición para intentar repetir el buen papel dela Euro de 2008 de Austria y Suiza, donde se apeó en semifinales. Sustentado en la seriedad defensiva que dan los jugadores del CSKA y la movilidad vertiginosas de los del Zenit, el equipo ruso se presenta como el ‘poderoso’ del grupo A. Y lo es de la forma más patriota posible, con la mayoría de sus futbolistas actuando en Rusia. Admirable si miramos de reojo su liga, una liga cada vez más potente gracias a la inyección económica pero lejos de las grandes de Europa.

Los dos jugadores investigados, Buffon y Bonucci, formaron parte del once inicial de Prandelli en un partido vistoso durante los primeros minutos. De un plumazo se caricaturizaron ambos equipos parala Euro: Pirlo tendrá total libertad en el zona de maquinas ‘Azurra’, Cassano portará la varita mágica en ataque y Arshavin la llevará en Rusia.

El talentoso futbolista del Zenit sabe que el tiempo apremia (tiene 31 años) y quiere dejar el pabellón bien alto en esta Eurocopa por si las moscas. Por él pasó todo el juego ruso desde el inicio. Recorrió la banda derecha, se asoció con el ataque e incluso realizó labores en defensa. Kerzhakov se aprovechó de una genialidad suya a los diez minutos pero el disparo del exsevillista se estrelló en el poste.

De Arshavin a Pirlo. Porque si el encuentro no defraudó fue por el papel de los ingenieros creativos. El dela Juventusse fijó desde el principio en la velocidad de Balotelli y hacia el revoltoso delantero iban la mayoría de los balones. Poco antes del disparo del Kerzhakov, ‘Super Mario’ ejemplificó la asociación con gran desmarque en velocidad pero Malafeev desbarató el plan transalpino.

El paso de los minutos asentó a Rusia gracias a la movilidad de los centrocampistas y delanteros. Como si de átomos se tratase, los rusos estaban en continuo movimiento, atrayéndose y repeliéndose dependiendo de las necesidades. Así es como Rusia llamó a la puerta de Buffon en numerosas ocasiones durante la primera mitad. Con el ritmo de Arshavin, las incursiones de Zhirkov y crueles intenciones, porque se quedaron en intentos, de Zyryanov. La voracidad rusa aturdió tanto a los italianos que hasta se imponían en las jugadas a balón parado, el talón de Aquiles.

Italia subsistió en la primera parte sin inquietar al portero del Zenit. Sólo otra genialidad de Pirlo, que De Rossi no supo rentabilizar, fue lo más destacable del equipo de Prandelli.

 Los ánimos rusos se calmaron tras el paso por los vestuarios. O los de Italia se agitaron. Porque la ‘Azzurra’ tomó el mando y su artillería comenzó a golpear la meta de Akinfeev (recambio de Malafeev en el descanso). Cassano se movía entre líneas y Balotelli imponía su condición física. Pero sin duda la ocasión más clara la tuvo Marchisio a los cinco de la reanudación pero la figura del arquero del CSKA le cegó y desaprovechó un mano a mano.

Cassano desaprovecha y Kerzhakov se aprovecha

 En mitad del vendaval italiano aparecieron los rusos para embolsarse el gol que mereció en la primera mitad. Resultó cruel por el momento y las formas ya que el tanto de Kerzhakov llegó después de que Cassano desaprovechara una gran ocasión tras un centro desde la derecha. Los rusos trazaron un contragolpe de libro que terminó en las garras del devorador ruso para empujar el balón a las redes de la portería defendida en ese momento por De Sanctis.

Prandelli dio una vuelta a la pizarra para buscar la igualada. Entraron Nocerino, Di Natale, Motta y Giovinco. Se fueron Cassano, Pirlo, De Rossi y Montolivo. Pasó de tener dos delanteros (Cassano y Balotelli) a tener sólo uno (Di Natale) y Balotelli se desplazó a una banda. Si el ensayo resultó provechoso o no, nunca se sabrá. Y no se sabrá porque De Sanctis y Maggio se encargaron de torcerlo y Shirokov de cargárselo. El centrocampista del Zenit echó más leña al incendio que rodea a la selección italiana con dos tantos. El primero después de un mal despeje de De Sanctis tras una cesión de Maggio y luego por un despiste del propio lateral ‘azzurro’. Los más optimistas se agarran al buen papel de Italia en episodios parecidos como los vividos en los mundiales de 1982 y 2006.

                                                                                                                   David F. Sanchidrián