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Atlético 3 - Besiktas 1 | La contracrónica

Simao pone la emoción

El Atlético realizó un gran primer tiempo que le valía incluso para sentenciar la eliminatoria. Sin embargo, el Besiktas marcó un tanto por medio de Simao, no podía ser otro, que lo deja todo abierto para el partido de Estambul.

Simao pone la emoción

En Bucarest. El Atlético ya se veía casi en Bucarest cuando aún faltaba el segundo tiempo del Calderón y el partido de la semana que viene en Turquía. Con el aplastante 3-0 y una sensación de superioridad absoluta, el Atlético se durmió. Y en fútbol de alto nivel, un despiste te puede pasar factura. El gol de Simao le puso al Atlético los pies en el suelo y le devolvió a la realidad: Bucarest queda lejos, muy lejos. Y antes, entre otras, habrá que pasar la dura prueba de Estambul. Jugar en Turquía no es nada sencillo, tal y como pudo comprobar el equipo que ganó el doblete europeo hace dos temporadas. El partido, eso sí, dejará en el recuerdo los tres golazos rojiblancos: dos de Salvio y uno de Adrián.

Simao. El público del Calderón le aplaudió cuando marcó el gol del Besiktas y decidió no celebrarlo. Antes del encuentro la afición le dedicó una calurosa bienvenida, pues no olvida sus años de rojiblanco. Hizo el 3-1 en un momento muy difícil para su equipo y lo hizo casi pidiendo perdón. En un fútbol tan profesionalizado y tan estructurado es bonito este tipo de detalles. Al final del choque, saludó a todos sus excompañeros y se intercambió su camiseta con Perea mientras la afición rojiblanca coreaba su nombre. El jueves, el portugués hará todo lo posible por remontar, pero Simao ha dejado huella en el Calderón. Ese grupo de jugadores (Ujfalusi, De Gea, Agüero, Forlán, Simao, Reyes...) hicieron grande al Atlético en Europa y feliz a una hinchada acostumbrada a los desencantos. Simao, quizá también acostumbrado al sufrimiento que se vive en el Atleti, convirtió el gol que inquieta al conjunto colchonero y que pone un nudo en la garganta a la parroquia madrileña. Precisamente tenía que ser él, el que pusiera en un aprieto a su exequipo.

De récord. El Atlético logró ayer su sexta victoria consecutiva en competición europea, lo que supone un récord en su dilatado historial. Seis encuentros que hicieron que el conjunto rojiblanco pasara la fase de grupos, eliminara al Lazio y encarrilara esta eliminatoria. El gran fracaso de la temporada pasada fue no superar el primer corte y quedarse fuera en un grupo bastante asequible. Este año todos se lo tomaron en serio y el equipo tuvo que solventar enfrentamientos muy traicioneros en verano ante Stromsgodset y Vitoria de Guimaraes.

El horario.Se hizo raro ver jugar al Atlético un partido europeo a las 19:00 horas. Hasta bien poco antes del comienzo del encuentro no había ambiente propio de un partido de fútbol. Apenas estaban los puestos típicos de banderas y la gente no se animó hasta minutos antes del choque. Sólo la afición del Besiktas animó un poco la tranquila tarde en el Manzanares. Este ambiente contrastará con el que el conjunto madrileño se encontrará el jueves en Estambul. Hace dos años, los de Quique las pasaron moradas en el estadio del Galatasaray y los que estuvimos allí sabemos cómo se las gastan los aficionados turcos. Pura pasión dentro de un estadio de fútbol. Y dicen que los seguidores del Besiktas son aún más entusiastas que los del Galatasaray. El ardor estará garantizado dentro de una semana.

Saúl. El encuentro quedará para siempre en el recuerdo de Saúl Ñíguez, al que Simeone le dio los últimos diez minutos de partido. Saúl hace historia al convertirse en el jugador rojiblanco más joven en disputar competición europea en la historia del Atlético. Lo hizo con 17 años y 108 días y superó a Mendiondo, que lo hizo con 18 años y 130 días. El futbolista era felicitado ayer por toda su familia.