Liga BBVA | Zaragoza 0 - Betis 2

El Zaragoza entra en coma

Decimoquinta derrota del conjunto maño esta temporada, que queda a once puntos de la salvación. Un doblete de Rubén Castro coloca al Betis seis por encima del descenso.

El Zaragoza entra en coma

La permanencia del Real Zaragoza se antoja algo más que complicada tras sufrir el equipo maño su decimoquinta derrota de esta temporada. Los de Manolo Jiménez cayeron por cero goles a dos ante el Betis en un partido que dominaron con claridad durante un primer tiempo en el que no supieron aprovechar sus ocasiones. Un gol de Rubén Castro justo antes del descanso hizo mucho daño a la moral aragonesa. Tras el descanso, el Betis fue mejor y los maños acabaron siendo víctimas de su propia precipitación. A veinte minutos del final, Rubén Castro sentenció el partido con su segundo tanto de la noche. El Zaragoza queda a once puntos de la salvación y el Betis consigue un colchón de seis puntos sobre los puestos de descenso.

Tras unos primeros minutos en los que Zaragoza y Betis pelearon por hacerse con el dominio del esférico y la iniciativa del partido, fue el conjunto local el que se hizo con el control del choque. La adelantada defensa del equipo verdiblanco originó espacios atrás que los de Jiménez supieron aprovechar con continuos balones a su espalda. Micael fue el primero en probar fortuna con un disparo lejano que Fabricio mandó a saque de esquina con apuros. Acto seguido, Da Silva desaprovechó una situación inmejorable para abrir el marcador con un remate de cabeza solo en el segundo palo.

La superioridad maña era manifiesta y eso se tradujo en un asedio constante del Zaragoza sobre la portería del Betis, que permitió que su rival se instalara en la zona de tres cuartos. Los aragoneses hicieron gala durante el primer tiempo del partido de una agresividad, una velocidad y una intensidad constante aliñada con una clara intención de manejar el tempo del choque. Los de Mel, que a duras penas rebasaban la línea medular, gozaron de una ocasión clara para estrenar el marcador en los pies de Jorge Molina y a la que Roberto respondió de forma brillante.

Lejos de asustarse, el Zaragoza dio una respuesta inmediata a la embestida sevillana con un remate de cabeza de Luis García que Dorado sacó in extremis bajo palos. Mientras tanto, el Betis no cesaba en su intento de enfriar el partido para estirarse y abrir el campo en la medida de lo posible para nivelar la balanza y deshacerse de la abrumadora presión de los de Manolo Jiménez. Los andaluces se centraron entonces en intentar continuos contragolpes que rara vez consiguieron su objetivo de poner en apuros a la retaguardia maña.

A cinco minutos del descanso, contra todo pronóstico y sin ningún merecimiento, el Betis asestó un mayúsculo golpe moral al Zaragoza tras una jugada en la que Paulao ganó un balón dividido, Da Silva no tiró bien el fuera de juego y en la que Rubén Castro superó por alto a Roberto marcando el primer gol de la noche. Con el resultado en contra, el equipo aragonés se marchó por completo del partido y prácticamente no existió sobre el terreno de juego en los minutos que precedieron el pitido que indicaba el camino al túnel de vestuarios.

Tras el intermedio, el Zaragoza continuó llevando la voz cantante en el partido ante un Betis muy bien colocado en defensa. Una barullo en el área en el que ni Aranda ni Oriol supieron resolver fue la antesala del primer cambio de Manolo Jiménez, que retiró a propio Oriol para dar entrada a Juan Carlos en un claro intento de de ganar en profundidad y velocidad en sus numerosas pero infructuosas llegadas al área de Fabricio. El crono avanzaba y el mando maño no obtenía los frutos deseados del empate. A media hora de la conclusión, Jiménez sustituyó a Luis García para dar entrada a Pablo Barrera.

Los nervios acabaron apareciendo en el Zaragoza y eso fue aprovechado por el Betis para comenzar a crecer en el encuentro. Los sevillanos gozaron de una doble ocasión clara para sentenciar tras un centro de Beñat que ni Rubén Castro ni Salva Sevilla supieron aprovechar. Instantes después, Pablo Álvarez, sacó bajo palos un nuevo remate que cerca estuvo de significar el segundo de la noche. La avalancha bética acabó sentenciando el partido a poco menos de veinte minutos del final con un nuevo tanto de Rubén Castro tras un rechace de Roberto a disparo de Jorge Molina.

Los hombres de Manolo Jiménez intentaron acortar distancias por activa y por pasiva, pero la propia precipitación en ataque y el buen hacer de la defensa rival hicieron inevitable la decimoquinta derrota del Zaragoza esta temporada. Los aragoneses quedan a once puntos de la salvación cuando tan sólo quedan cuarenta y cinco por disputarse y su permanencia empieza a antojarse algo más que complicada. Los tres puntos sirven al Betis para adquirir un cómodo colchón de seis puntos sobre los puestos de descenso en su lucha por seguir en Primera.

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