Barcelona | La intrahistoria

Guardiola sigue con la táctica del descanso

Obsequió al equipo con veinticuatro horas de permiso, pase de pernocta incluido.

Mientras algunos entrenadores son partidarios de métodos de trabajo estajanovistas, Guardiola es de esos que considera que un buen descanso vale tanto como un buen entrenamiento. Es como esos profesores que te aconsejaban el día antes de un examen irte a pasear para despejar la cabeza y no hacer esfuerzos de última hora. Se supone que esta teoría sólo funcionaba si el alumno había sido aplicado a lo largo del año. Y en este caso no cabe duda de que sus pupilos son modélicos. Así pues, tras el entrenamiento matinal de ayer, que tampoco fue nada del otro mundo, más que nada fue una sesión de estiramientos para desentumecer los músculos tras la paliza de avión, Guardiola dio 24 horas libres a los suyos. Poco amigo de las concentraciones largas, Guardiola decidió que los jugadores "se vayan y hagan lo que quieran hasta la hora de comer de mañana. Hasta entonces no quiero ver a nadie, que hagan lo que quieran, no tienen ni que venir a dormir si no quieren. Me fío de ellos, saben que estamos aquí para jugar una competición prestigiosa y están habituados". El permiso y el pase de pernocta que ofreció el entrenador fue celebrado por el grupo, que enseguida puso rumbo a Tokio (el equipo está en Yokohama, a unos 40 minutos de la capital) dispuestos a asaltar las tiendas de los más modernos cachivaches electrónicos. Muchos de ellos han viajado acompañados de sus familiares, por lo que aprovecharon para cenar con sus más cercanos en los restaurantes de Tokio. Precisamente, ése era el plan también de Guardiola, que confesó que una de las cosas que más deseaba hacer era "probar la comida japonesa en Japón. En Barcelona hay restaurantes japoneses muy buenos, pero tengo ganas de probarla aquí".

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