Soldado coge el testigo de Kempes como Matador

Roberto Soldado es único e indivisible. En la noche de tributo a Kempes, Mestalla se encomendó a quien hoy en día es su auténtico Matador. Soldado sólo necesitó de cuatro minutos, de un salto y un giro de cabeza para sumar su noveno gol en la Liga. Llama a la Roja y lo hace a grito pelao. Gracias a su referente, el Valencia se empeña un año más en ser el tercer hombre de la Liga. Está a sólo cuatro puntos del Barcelona y con un partido menos que los culés (y en siete días hay un Clásico en el Santiago Bernabéu). Por tener tiene hasta la fortuna de cara, porque ayer no mereció ni de lejos llevarse tan cuantioso premio. El Espanyol estuvo mejor plantado y más metido en el partido, pero lo de ver puerta es algo que los periquitos van a tener que hacérselo mirar ahora que se abre el mercado.

La aparición en escena de Soldado fue como un impulso para los blanquinegros y la visión de un fantasma para los blanquiazules. Los de Pochettino regresaron a casa como quien tiene una cita con la guapa de la clase y cuando te atreves a dar el paso te dice lo simpático que eres y que le gusta tenerte como amigo. La puesta en escena del Espanyol fue perfecta, la ejecución dejó que desear. Por más que hizo justicia Héctor Moreno cuando anotó el tanto del empate, en Mestalla se cumplió lo que es una máxima en el fútbol: el gol se paga y Soldado vale su peso en oro.

Hasta ese instante, hasta ese cabezazo del '9', el Espanyol fue simplemente mejor que el Valencia. Mejor colocados en el campo, más criterio a la hora de sacar el balón, más presencia en general. Por mucho que Emery no quisiera reconocerlo el día anterior al partido, los che tenían la mente más en Londres que en Mestalla. Porque fue marcar Tino Costa a los seis minutos en un claro penalti cometido por Didac sobre Dealbert (por cierto, Tino lo lanzó a lo Kempes, a romperla y con la zurda) y el Espanyol hacerse amo del partido.

Pero a los de Pochettino primero les faltó gol y cuando lo encontraron, defenderlo. Hasta el criterio del árbitro no tuvieron de cara, porque unas manos de Topal las consideró Velasco Carballo involuntarias.

Unai pensó en el Chelsea aunque tuvo que recular

Unai Emery no se la quiso jugar. Roberto Soldado y Víctor Ruiz habían pasado la semana entre algodones y aunque llegaron al sábado en condiciones de ser alineados, el técnico vasco pensó en la final de Champions que tiene el Valencia en Londres el martes y reservó a ambos (el central ex del Espanyol ni tan siquiera se vistió de corto). Otros dos valencianistas que apuntan al Chelsea y que tampoco jugaron ayer de inicio son David Albelda y Jonas Gonçalves.

Pero Unai no tuvo más remedio al final que echar mano de dos de los cuatro 'titulares' ante el Chelsea. Primero Jonas (quien entre líneas le da otro aire al Valencia) y después Soldado (auténtico protagonista a la postre de la velada).

Quienes no podrán actuar en la próxima jornada (el Valencia visita al Betis y el Espanyol recibe al Atlético) son Rami y Jordi Alba y Weis por sanción. Por el Espanyol, además, debutó ayer el delantero del filial Bacari.