Liga Adelante | Valladolid

Manucho rompe los chistes a base de goles

En verano parte de la afición se reía de él. El sábado pasado, algunos le pedían la camiseta. El angoleño ha conseguido ganarse a la afición con su esfuerzo y sus goles. Ha marcado tres que le han valido a los de Miroslav Djukic seis puntos en Liga.

Antonio Álvarez

El 23 de julio, el Valladolid jugó su primer amistoso de pretemporada en Íscar. Era el estreno de Miroslav Djukic como entrenador blanquivioleta. A sus órdenes una legión de futbolistas. Entre ellos, Manucho, el angoleño que se pasó la temporada anterior cedido en dos equipos de Turquía con más pena que gloria. En la segunda parte del duelo en San Miguel, el fichaje más caro de la historia del Valladolid saltó al césped. Diez minutos después y dos resbalones más tarde, gran parte de la grada no paraba de mofarse y reírse de él.

Sábado pasado, estadio Zorrilla, termina el encuentro ante el Villarreal B. El mismo delantero, meses antes hazmerreír de la grada, se dirigía a los vestuarios entre los aplausos del respetable. "¡Manucho, la camiseta!", pedía un joven aficionado mientras el ariete atendía a la televisión por los dos goles que había marcado.

En apenas unos meses, el papel de Manucho en el Valladolid ha dado un giro de 180 grados. Djukic no contaba con él y el presidente Carlos Suárez le buscaba una salida. "No interesa por su sueldo", contestaba Suárez en pleno mercado estival cuando se le preguntaba por el angoleño. Sus emolumentos, que rondan los 600.000 euros, también asustaban a los clubes que se interesaban por él. Al final, se quedó y Djukic optó por darle el último dorsal disponible a él y no a Matabuena, el otro descarte del serbio.

Triste y desganado por sentirse al margen, Manucho no sonreía, mientras veía que por delante de él estaban Javi Guerra, Alberto Bueno y Dani Aquino. Fuera de la Liga, ni convocado en la primera eliminatoria de la Copa, el angoleño, que había jugado sólo 45 minutos en pretemporada, lo veía muy negro. Hasta que Jaime se cruzó con él. "Le recordé sus buenos momentos como futbolista. Yo le había visto marcar goles", afirma el portero.

Y llegó su oportunidad; ante el Celta en Copa. Su buena actuación en Vigo le dio crédito. Días más tarde, en el derbi ante el Numancia, Djukic requirió de sus servicios. Saltó al campo, participó en el tanto del empate y marcó el gol de la victoria. Era el primero de los tres que lleva. Los otros dos los marcó el sábado y valieron otros tres puntos.

Humildad. "No es ni Maradona ni Pelé, pero ahora es más humilde que cuando llegó al club", afirma Sisi. Con Bueno, Aquino y Guerra fuera de combate, Manucho se ha convertido en el único delantero disponible en la plantilla y Djukic sabe que lo necesita: "Es poderoso, va bien de cabeza y vamos a aprovechar sus virtudes". Ahora parece que Manucho ha recuperado la sonrisa y ya no es ese descarte que en la segunda jornada tuvo que abandonar el palco de forma apresurada porque la grúa se llevaba su coche. "Le dedico los goles a la afición", se despidió el sábado.

En enero se va con Angola

Además, Manucho también ha sido vital en la clasificación de Angola para la Copa África de 2012. El delantero blanquivioleta, previsiblemente, se perderá varias jornadas de Liga al estar en Guinea Ecuatorial y Gabón, sedes del torneo. Angola está en el Grupo B con Costa de Marfil, Burkina Faso y Sudán.

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