Europa League | Atlético 4 - Udinese 0

Con Adrián el Atleti es otro

Los de Manzano se dan un festín y son líderes. El asturiano hizo dos goles y dio el tercero a Diego. Marcó Falcao. El Udinese, con suplentes, muy flojo

PAREJA DE PUNTAS. Falcao corre a celebrar junto a Adrián uno de sus goles ayer en el Calderón. Domizzi, mientras, mira al suelo resignado ante el partido del Atlético.

Se vio Manzano con el agua al cuello y decidió poner a Adrián. Puntería al margen, el asturiano había lucido cada vez que tuvo la oportunidad y aporta justo lo que más requería ese Atleti que se hundía con su ritmo de tortuga: desmarque, velocidad, intención, ruptura; movimiento, en definitiva. Sorprendía su olvido en plena avalancha de rotaciones. Pero, ya a la desesperada, el técnico se atrevió a hacer justicia olvidando galones: Reyes a reflexionar y Adrián a jugar. Y vaya si juega.

Con un socio que le abre espacios, Falcao se libera. Con un aliado que se mueve con inteligencia, Diego y Arda encuentran un destino para sus constantes pases en profundidad. Y así, el Atleti es otro. Uno bastante mejor. No es Adrián la solución a todos los problemas, pero sí un inicio. Un buen inicio. También ayudó el Udinese, por supuesto, que repitió planteamiento rácano y once sin sus estrellas (Di Natale, Armero, Isla). Y la flauta que sonó hace dos semanas en Italia calló ayer. El Atleti le pasó por encima y recuperó el average particular y el liderato. Justo, muy justo.

Y eso que el partido nació feo. El Calderón vacío (por obra de la lluvia y el hartazgo) y el recuerdo de la victoria entre broncas sobre el Zaragoza dibujaban una noche oscura, pero Adrián se encargó de iluminarla muy pronto. A los 6 minutos, Arda le metió un buen pase y a él hizo lo que suele, maniobrar de maravilla, y lo que no siempre le sale, definir a la perfección. Recorte a Ekstrand y tiro raso y colocado. Imparable. Y a los 12', tras un cabezazo en plancha de Falcao despejado bajo palos, repitió Adrián. Centro de Antonio López y cabezazo perfecto. Hay casos de delanteros jóvenes que afinan la puntería con los años, desde Torres a Higuaín. Si Adrián suma el gol a su ya amplio repertorio, ojito.

Con el 2-0, a Godín le dieron penilla aquellos 15.000 fieles en el gélido Calderón y quiso darle emoción con un regalo a Fabbrini que sólo se explica desde la ceguera absoluta para percibir el blanco y el negro. Por fortuna para el uruguayo, el italiano la pegó tan mal que se hizo daño. Un amigo.

Hasta el descanso dio el Atleti su mejor cara, con un Arda espléndido. El turco tiene el talento que se le conocía y el triple de garra y continuidad habituales en los futbolistas de su perfil. Ya es un favorito del Manzanares y con razón. Diego no se quedó muy atrás y marcó el tercero tras una jugada en la que, al fin, Manzano cumplió su sueño de que el Atleti pareciera el Barça, aunque fuera un instante. Pared Diego-Adrián, pase interior a Falcao que se la deja de tacón al asturiano, quien con una frialdad increíble, amaga y regala el gol al brasileño. Precisión, rapidez, calidad, golazo.

El Tigre. La segunda parte fue un trámite, con el Udinese estirándose sin fe y el Atleti viviendo al fin un día plácido. Courtois dejó la parada de póster de cada partido con una palomita a mano cambiada que desvió al larguero un tiro de Abdi. Y Falcao marcó el cuarto en una jugada que demostró su ansiedad: pudo dar dos pases de gol pero sólo miraba a Handanovic. Necesitaba marcar él y lo hizo de maravilla. Un gol necesario por terapéutico. Y así redondeó el Atleti una victoria que marca el camino a seguir. Manzano tiene trabajo, pero puede que ahora también tiempo. Se lo ha dado Adrián.

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