El 'abuelo' de Segunda regenta una cervecería

Fernando Maestro (Terrasa, 1974) recibió a AS en su cervecería minutos antes de entrenarse con el Alcoyano. El meta blanquiazul tenía algo de prisa. El Choco Lozano le esperaba para acudir juntos al entrenamiento. El hondureño es su compañero, pero podría pasar por su hijo. Ambos se llevan 19 años, sin embargo comparten los sueños y la ilusión por jugar al fútbol. La pasión que desprende el Choco es normal, pero Maestro le gana. A sus 37 años desafía las leyes de la naturaleza y defiende la portería del Alcoyano con la ilusión de un niño. De hecho, se enorgullece por ser el jugador más veterano de Segunda. "Puedes llamarme abuelo. No pasa nada", bromea el meta mientras escucha atentamente que Txomin Nagore, jugador del Numancia y unos meses más joven que él, le sigue en la lista de veteranos de Segunda. "Me considero un chaval. Tengo mucha ilusión y me gustaría jugar hasta los 40 a buen nivel. Se valora ser el más veterano porque te das cuenta que todos los esfuerzos han merecido la pena", reconoce Maestro.

El portero del Alcoyano no se conforma con jugar y cumplir el expediente. Ya lo demostró el pasado sábado ante el Depor. El catalán sigue aspirando a lo máximo. Se ha empeñado en tocar el cielo con el Alcoyano. Y a sus 37 años aún sueña con visitar el Bernabéu y el Camp Nou. "Sigo trabajando porque mi ilusión es jugar en Primera. Y estoy súper convencido de que lo voy a lograr con el Alcoyano porque está haciendo las cosas muy bien y a corto plazo puede estar arriba. Además, sólo tengo dos temporadas para lograrlo. A los 40, aunque haya llegado a Primera, lo dejaré", dijo Maestro.

El portero del Alcoyano es una especie en extinción. En sus ratos libres regenta una cervecería y es muy habitual verle detrás de la barra sirviendo una caña o atendiendo una mesa. "Hay que ganarse la vida. La pena es que este negocio es igual de esclavo que el fútbol", confiesa el meta, quien ya piensa en frenar mañana al Hércules, el líder.