Champions League | Valencia

"El bacalao lo cortan aquí Terry, Lampard y Drogba"

En la semana del regreso de Mata a Mestalla, AS quiso saber cómo le va por Londres. Preguntarle por su día a día, por lo que añora o le sorprende, de cómo es un vestuario como el de Villas-Boas y por supuesto del Valencia-Chelsea. Capítulo I: "¿Qué tal le va la vida?"

Aterrizó hace apenas un mes en Londres con siete maletas y cinco años de contrato bajo el brazo. Aprovechó Juan Mata el avión privado que le fletó el Chelsea para que pudiera despedirse de la afición valencianista y cargó con todo lo necesario por gentileza de su nuevo club. Amontona como puede la ropa en la habitación de hotel en la que se aloja desde que llegó, el mismo en el que se concentran los de Villas-Boas para los partidos en casa, pero se afana por encontrar una vivienda por el centro de Londres -quiere vivir por los barrios de Chelsea o Fulham- y comenzar así de veras su nueva vida. "Pero estamos jugando cada tres días y no tengo tiempo ni para decidirme por uno u otro piso, porque con los precios que hay por aquí hay que pensárselo dos veces". Pero tampoco tendrá tiempo esta semana para hacer el traslado, aunque al menos a donde en esta ocasión viajará para jugar Champions League tiene casa propia y "ya te digo que la de Valencia no la vendo ni de broma e iré a la mínima que pueda".

Juan Mata recibe a AS en su actual hogar futbolístico: Stamford Bridge. "Podríamos haber quedado en la ciudad deportiva, pero aquello es un búnker", asegura. El asturiano es una persona cercana y entre las cosas que le llaman la atención tras su desembarco en Londres está sin duda la 'burbuja' en la que habitan los futbolistas en la Premier. Damos fe de ello al comprobar la cara de asombro que ponen los aficionados que de regalo por la entrada al Tour por el estadio se llevan de recuerdo un inesperado encuentro con Mata. De primeras uno no sabe si les ha tocado la lotería o han visto un fantasma. "¿Foto? Of course", responde a un hincha el '10' blue al tiempo que recuerda las "cerca de 30 fotos que al día me hacía en Valencia, todo lo contrario que aquí, porque a los entrenamientos no va nadie y por la calle voy poco y además cada uno va a su bola".

Sentimos curiosidad por saber cómo es un vestuario como el del Chelsea. "Lo digo sinceramente, es como cualquier otro, con gente que habla más y otra que es más reservada", recalca el internacional español. El asturiano confirma lo que se intuye desde fuera, que Terry, Lampard y Drogba "cortan el bacalao, como también que "Fernando (Torres) es una estrella de la Premier y como tal se le respeta". Lo cierto es que en los entrenamientos del Chelsea se habla más castellano del que pueda parecer. Amén de Torres y Mata está Oriol, "un gran tipo con el que me llevo muy bien", y también el doctor Paco Biosca e Iván Ortega, fisioterapeuta de confianza del Niño y que hizo con él la mudanza de Anfield a Stamford Bridge. Y a todos ellos se suma Villas-Boas. "Habla cinco idiomas y de momento conmigo se comunica en un perfecto castellano".

Tiene pendiente una llamada a Arteta, como también una quedada con David Silva. Con quien sí ha hablado por teléfono y al que quiere visitar en breve es a Vicente Rodríguez. Apenas 82 kilómetros separan Londres de Brigthon (donde juega ahora el también ex del Valencia y, curiosamente, ciudad en la que vivió durante una época la hermana de Mata). Pero lo dicho, con quien de momento más migas está haciendo es con Oriol, como también con el doctor Paco Biosca. De hecho fue con el galeno gracias a quien descubrió uno de los rincones que más ha visitado en el tiempo que lleva en Londres, el restaurante español 'Cambio de Tercio'. "Pensaba que no echaría de menos la comida... pero estaba muy equivocado".

Precisamente a la hora de hablar de los hábitos alimenticios es cuando más alucina con las costumbres del fútbol inglés. "Dice Torres que me acostumbraré a lo de jugar a las tres de la tarde, aunque por el momento me cuesta, no por nada, sino porque a las nueve estas desayunando, a las doce como muy tarde comiendo pasta, a las cinco vuelves a comer para recuperarte y a las siete ya estás cenando... ¡Yo no puedo con un plato de espaguetis a la hora de la merienda y cuando a las doce me voy a dormir tengo otra vez hambre!". Por ello confiesa que tras los partidos algo de fruta, un café y alguna galleta... y guarda en el mini bar del hotel algo para picotear por si las tripas le impiden conciliar el sueño.

Por el momento el día a día de Mata en Londres es un 'a, e, i, o, u'. Un operario del Chelsea le recoge con puntualidad británica cada mañana para trasladarle a las instalaciones de entrenamiento. Precisamente a la vuelta del partido contra el Valencia le entregarán el coche oficial y asegura que lo de conducir por la izquierda "lo llevo bien, quizás lo pasaré mal en las rotondas por aquello de mirar hacia donde no toca". En el Cobham Training Centre, situado a unos 40 kilómetros del centro de la ciudad, es donde pasa la mayor parte del tiempo. "Suelo quedarme allí hasta las cuatro o cinco de la tarde, es norma del entrenador que todos los días almorcemos juntos los compañeros".

Del Chelsea en sí le sorprende la cantidad de gente que trabaja para el club. "En Cobham habrá por lo menos cien personas pendientes de todo... y los días de partido trabajarán sin exagerar unas mil personas en Stamford Brigde". Eso sí, de momento no tiene noticia alguna de Roman Abramovich. ¿Y del sol? "Pues se ve poco la verdad y si ya era blanquito en Valencia... imagínate aquí".

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