El Castilla cede su primer empate de la temporada

El Castilla y el Albacete empataron a un gol en el partido del Grupo I de la Segunda División B disputado esta mañana en el estadio Alfredo di Stéfano de la Ciudad Deportiva de Valdebebas (Madrid), lo que deja a ambos conjuntos con siete puntos en la clasificación.

El duelo medía a tercero (el Alba) y cuarto de la tabla (el filial del Madrid), dos equipos que, hasta hoy, contaban sus partidos por triunfos y al que, además, el Castilla comparecía con el cartel de imbatido.

Sin apenas tiempo para asentarse sobre el campo el filial blanco demostró todas sus virtudes. Cuando no se había cumplido el minuto tres, Juanfran batió al meta manchego con un disparo ajustado con la zurda a la base del poste; era la guinda a un extraordinario recorte a su defensor dentro del área.

Pudo empatar el Alba al cuarto de hora de partido por medio del veterano Calle, pero el disparo del delantero salió excesivamente cruzado.

El Alba se mostraba como un plantel con oficio y de juego más directo ante un Madrid hecho para elaborar, un cuadro el de Alberto Toril que apuesta por circular el balón para llegar el área rival y crear peligro. Con transiciones inteligentes y con la pausa que requería cada situación, el filial descubría vías en ataque por el centro y por banda izquierda, donde Juanfran mostraba sus grandes cualidades.

En el minuto 22, el colegiado debió señalar penalti a favor del Albacete. Fue en una acción del habilidoso Tete, que dejó sentado a su par en el área pequeña; el defensa, superado, rebañó claramente el balón y, aunque fuera sin intención, la pena máxima fue evidente. Los jugadores del Alba protestaron como correspondía, pero ni el árbitro ni el linier señalaron nada.

Merecía el gol el conjunto manchego, y especialmente Tete, cuya habilidad en el área estaba creando verdadero pánico en la zaga madridista.

Aún así, el filial pudo sentenciar el choque con dos acciones de Morata. En apenas tres minutos, el delantero erró dos claras ocasiones, más la segunda, en la que no acertó a marcar tras sortear al portero en el cara a cara. Un defensa llegó para evitar sobre la línea lo que ya era el 2-0.

Así llegó el descanso, con los jugadores del Alba salvados por la campada y recordando al colegiado camino de los vestuarios el penalti no señalado.

Las protestas debieron quebrar el ánimo del juez, que no tuvo dudas en el arranque de la segunda parte, donde quiso ver intencionalidad en un forcejeo por alto en el área madridista. La pena máxima, mínima en todo caso, fue aprovechada por Calle.

Con el empate el Alba se animó, pero, a excepción de Tete, le faltaron ganas y calidad para someter a un Castilla zozobrado por minutos, aturdido por el castigo, un equipo perdido y a la deriva sin el balón.

Con el marcador igualado el juego se volvió más pragmático, demasiado feo y trabado, con los equipos ofreciendo su versión más peleona en detrimento de la creatividad.

Con más calidad en las botas y más claridad en su plan, el equipo de Toril recuperó el control del juego en la recta final, en la que el técnico apostó fuerte retirando a Morata, timorato desde sus fallos, y dando entrada a Óscar Plano.

A escasos minutos del final, Joselu tuvo el triunfo en sus botas en un acción vertiginosa por banda derecha que el madridista remató alto. Hubiera sido lo justo tanto por ganas como por las ocasiones de uno y otro, pero Campos, el meta del Alba, también puso lo suyo para evitar la victoria de los de Toril, que ceden sus primeros puntos justo el día en el que el guardameta blanco, Tomás Mejías, perdió la imbatibilidad.